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CAPITULO 32

[X]

Eloisa estaba preocupada por la competencia, no tenía modelo y  tuvueron que acabar los trajes de la obra ellas solas, usaron un modelo diferente a alex y salió fatal, pasaron a la ronda final pero apenas por nada.

– ¿estas segura de que no es ilegal estar aquí?

Preguntó samantha mirando a todos lados.

Se habían contactado con un amigo de la madre de Eloisa, el tipo tenía un puesto alto en eso de los servicios sociales y acabo de un poco de dinero las dejó entrar a los archivos y buscar la carpeta de alex, así vería su dirección actual.

Eloisa miró disconforme a samantha

— ¿desde cuando te preocupa que algo sea ilegal? Ayudame, no te traje para ponerme mas nerviosa.

Samantha comenzó a buscar por la letra en que tendría que estar la carpeta de alex.

— no hay nada de el eli — samantha revolvió una vez más las carpetas.

— pero si se apellida Taylor, no entiendo porque no hay nada de él...

— tal vez se llevó el caso con otro apellido, el estaba muy peleado con sus papás, igual y usaba ese apellido por otra cosa.

Eloisa miró dudosa el estante, recorrió lentamente la oficina haciendo sonar su coloridos tacones; tenía que ver muy lentamente todo para ver si se le ocurría algo, samantha iba detrás de ella igual pensando... Pero en que hiba a comer, olvidó su almuerzo en casa y no llevaba nada en el estómago.

En el fondo de la habitación había un estante medio vacio, perecian carpetas pero lo que tenía eran libros, directorios para ser más concretos.

— busquemos el de este año, tiene que estar ahí, sino, es porque de verdad desapareció.

No estaban númerados, venían por colores pero al abrirlos tenían una fecha así que eso igual funcionaba.

— pero son como cincuenta, vamos a tener que volver y ya le di al tipo lo de mi álbum de justin. — se quejo samantha.

— saca uno cada que se le ocurre una nueva canción, deja de llorar ya te dije que vería como llevarte al concierto. — miro otro libro y lo dejo en su lugar — además mi mamá me prometió boletos para la opera.

— pero justin biber no canta opera... Olvidalo, hay que apurarnos.

Revisaron las carpetas una a una y nada, después buscaron su nombre, descubrieron que el caso de alex se había archivado como uno de hace cuatro años.

— ¿quién carajos se encarga de los archivos? Mi mamá tiene más organizados los papeles debajo del colchón.

— callate no puedo enfocar bien. —se quejo Eloisa tapanto la boca de sam.

Samatha le quito la carpeta de las manos, y la miró con fastidio.

— trabajar de noche ya no es una buena opción. — comenzó a leer con cuidado y señaló una vez encontró la dirección.

— ¿que? — preguntó Eloisa.

— vive como a dos hora de aquí, porque iría tan lejos si estaba bien aquí.

— ni idea, tomale foto y vámonos, tengo habré y hay que tomar el bus hasta allí.

Al salir, compraron unas hamburguesas, se montaron el el bus con ruta más cercana a casa de alex y aunque la gente no está acostumbrada a ver a dos chicas parecidas a barbies modificadas comiendo hamburguesa, tuvieron que soportarlas hasta el final de la ruta.