Ajedrez

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Y me vi allí, frustrado, volátil, vulnerable y desesperado, me di cuenta que me estaba desmenbrando lentamente, un suicidio cruel pero cauteloso que enredaba entre tus sueños cada pálpito de un corazón agonizante y sin aliento, latía con fuerza y queria huir de aquél morbido enemigo que le perseguía, al borde del abismo y sin ganas de continuar, envuelto en la monotonía simple y gris, desvaneciendo los colores de lo que un dia fue un hermoso amanecer. Aquél corazón que fingia ser de piedra agonizaba al no poder herir a los monstruos de la mente, cada pensamiento era como saeta que con su fur¡a creaba imágenes que nunca sus ojos vieron. Aquella mente cual tablero usaba sus torres para asediar al rey, solo era cuestion de tiempo para que este empezara a desmonorarse sin siquiera haberse herido.
Un batalla eterna entre el sentir y el pensar, una batalla sin bases y sin argumento alguno, solo el deseo de ver al otro caer sin sospechar que son el mismo.

Fauna Fúnebre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora