Lágrimas de Guerra

Capítulo 2

Los carruajes empezaban a llegar y los invitados comenzaban a ingresar al palacio. Aquella era una noche de gran celebración, pues el amor se presentaría, además de que las alianzas políticas en caso de guerra serían reforzadas, cosa que beneficiaría a ambos pueblos y sus habitantes.

En el momento en el que los invitados comenzaron a ingresar al palacio, los músicos comenzaron a tocar bellas melodías para acompañar el ambiente. Los nobles comenzaron a iniciar las pláticas y los sirvientes se acercaron a ofrecer de las tantas delicias preparadas aquel día.

Mientras se disfrutaba el inicio del evento, la familia real se encontraba en otro salón.

—Recuerden comportarse de manera apropiada, no quiero algún problema el día de hoy. Y lo digo por ti, Natsu.

—Uhg... No haré nada malo ni raro— respondió el albino.

—Con eso me refiero también a tu lenguaje, debes llamar propiamente a todos los invitados, además de referirte a mí como tu Rey. Nada de "viejo" o alguna falta de respeto— declaró el mayor.

—No se preocupe por eso, su Majestad...

—Bien.

En lo que sonaban los regaños, Fuyumi se encontraba nerviosa, tratando de tranquilizarse con su madre y hermano menor.

—¡Es todo tan repentino! Sé que ya era pronto, pero es tan distinto ya estarlo viviendo

—Todo saldrá bien— dijo tratando de relajar a su hija mientras pasaba su mano por su espalda.

—Está listo todo, hermana, saldrá perfecto— dijo con voz serena Shoto.

—Fuyumi— Habló el Rey al acercarse con Natsu.

—¿Si, su Majestad?

—El reino estará lleno de bendiciones por tu unión, y no solo el pueblo y la alianza, sino que tu matrimonio será bendecido, todos esperamos tu felicidad junto al príncipe. Sin importar las dificultades, siempre vas a contar con el apoyo de nuestro reino.

—Padre... Me alegra escuchar esas palabras de su parte— sollozó la chica.

—Limpia tus lágrimas, tu dicha está por venir— consoló su padre limpiando las lágrimas de su hija con la mano.

Todos en la familia poseían emociones encontradas, la ida de la princesa provocaría un indudable duelo, sin embargo, si significaba la felicidad por el resto de la vida de esta, nadie dudaría un segundo en aceptar la unión.

—Hablaré con el capitán, la familia real de tu prometido llegó hace poco, empezará la presentación cuando menos lo esperen.

—Aguardaremos su llegada, su Majestad— respondió por todos la Reina.

Los pasos imponentes del Rey sonaban por los pasillos, sabía que el capitán no se encontraba lejos. Necesitaba hablar con la Reina y el capitán por los últimos detalles sobre la seguridad del palacio.

La puerta se abrió, mostrando a la otra familia real conversando con el capitán de la milicia del reino Todoroki.

—Reina Takahashi

—¡Enji! Mi gran amigo, me complace verte en estas circunstancias— se acercó la Reina para saludar con un abrazo.

—Es un placer ver que nuestras familias se van a unir.

—Rey Todoroki, el placer es nuestro— contestó el Rey.

—Capitán ¿Es posible empezar la presentación?

—En cuanto usted lo ordene, su Majestad

* * *

Sonaron las trompetas en el salón, anunciando que pronto ingresarían las familias reales, lo que hizo que los invitados enfocaran su atención a la gran puerta tras las escaleras principales.