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Hospital privado de Londres, Inglaterra.

Una esbelta mujer castaña entró a la oficina del Doctor O' Donell, captando su atención al instante. No fue su hermosa apariencia lo que dejó asombrado al Doctor, si no una gran mancha violacea al rededor de su ojo. Sacó rapidamente sus conclusiones, antes de que ella se sentara en una de las sillas de su escritorio.

Anterior a hablar, el señor O' Donell, aclaró su garganta.

"Fue su hijo, ¿No es así?" Preguntó con total calma.

"Yo lo hice enojar, es mi culpa." Su voz se escuchaba quebrada.

"Señora Cox, usted, tanto como yo, sabe perfectamente la condición de su hijo. Nada de lo que él haga es su culpa." Dijo, ya estaba cansado de explicarle por milesima vez lo mismo. "¿Está él aquí?" Anne solo asintió cabizbaja.

El Doctor mandó a llamar al joven Styles, quién estaba muy ocupado jugando video-juegos en su celular como para entrar a las aburridas reuniones semanales.

Soltó un suspiro molesto, claramente odiaba asistir a esas tontas terapias, que mas que ayudarle, lo enfadaban.

Entró con aires de suficiencia, golpeando la puerta al cerrarla. Se sentó en el sillón de cuerina, que se encontraba arrinconado en una esquina. Miró de reojo a las dos personas en la oficina, estos bajaron la mirada como si le tuvieran miedo ¡Odiaba eso! Bueno, eso y varias cosas más.

"¿Me van a decir que quieren?"

"Harry, hijo, ten respeto"

Al mirar el brillo de los ojos de su madre, producto a las lagrimas que no tardarian en caer, y el gran moreton violeta debajo de uno de ellos, Harry sintió culpa. Era su mamá, la mujer que a pesar de su trastorno no lo habia abandonado.

"Lo siento" Dijo brusco y rápido.

El Doctor analizó la situación unos segundos. Harry habia sido su paciente desde que su enfermedad comenzó a desarrollarse. A pesar de los medicamentos recetados y las terapias, no habia notado ningún cambio favorable en él. Había que tomar medidas drasticas, si esperaban a que mejorara por si solo, acabaría dañando seriamente a alguien.

"Creo que lo mejor sería internarlo" Habló finalmente, entrelasando sus manos y poniéndolas sobre el escritorio.

Harry se tensó, ¿Internarlo? Estaba loco. Apretó sus puños y trató de contenerse para no gritar.

"¡No! Por favor Doctor, yo voy a encargarme de él, ya verá" Dijo Anne rápidamente, rogando por oportunidades.

"Usted hace lo suficiente y mucho más por su hijo, pero necesitamos a alguien capacitado en contención y enfermería que lo cuide las 24 hs. del día"

Harry se mantenia en silencio, con el semblante duro, indecifrable.

"¿Y si contratamos un enfermero que lo cuide? Debe haber otra opción"

"¿Es que acaso no recuerda al último enfermero que cuido de Harry? Renunció a la enfermería y salió de su casa con la nariz rota" Al recordar eso, el oji-verde, soltó una carcajada ahogada, ganándose la mirada acusadora de su madre.

"Pero él era un viejo insoportable, ¿Porque no me asignan a alguien de mi edad, con quien hablar o jugar video-juegos?" Dijo Harry en tono sarcástico.

El señor O' Donell puso su mejor cara pensativa, podría funcionar.

"En realidad no es una mala idea, puedo llamar a algún aspirante a enfermero, seguro alguien acepta."

"¡Eso seria genial! ¿Verdad, amor?" Sonrió Anne esperanzada. Harry asintió sorprendido de que su comentario sarcástico sirviera de algo.

"Perfecto, ya mismo me comunico con la Universidad Estatal. Si quieren, pueden retirarse. Yo les avisare cuando tenga la información del nuevo enfermero, hasta entonces." Con esto el Doctor O' Donell dio por finalizada su sesión.

Universidad Estatal de Londres, Inglaterra.

Eran las cuatro en punto y él seguia atorado en el baño, no sabe cómo ni porqué, pero se habia quedado encerrado en uno de los cubículos del baño para hombres. Ya había intentado salir por el pequeño espacio debajo de la puerta, gritar hasta quedarse sin voz y hasta cantar lo más alto posible. Nada daba resultado. Estaba llegando demasiado tarde a su última clase del día.

"Porqué tienes la vejiga de un bebé" se auto-regañaba "¿No podías aguantar una clase más?"

A mitad de su charla consigo mismo, escuchó el grifo abrirse y el correr del agua. Si sonreía más amplio sus labios se le saldrian de la cara.

"¡Oye, el de la canilla! Estoy encerrado en el tercer cubículo ¿Me abres?" Preguntó apenado.

"¿Louis?" Escuchó pasos apresurados asercarse y la puerta se abrió, era Calvin, su compañero de psicología.

"Gracias hermano, me has salvado" Palmeó la espalda del moreno y salió del baño lo más rápido que sus piernas se lo permitieron.

Corrió hasta el salón donde tomaba sus clases de Asistencia Medica. Le dolían los pies de tanto estar parado, y ahora corría a mil por hora. Louis era un alumno responsable, como podrán notar, asistencia perfecta.  Al entrar al salón se llevo una -esperable- sorpresa.

"Tomlinson, llega tarde" Dijo su profesor enfatisando lo obvio, puesto que en el salón solo se encontraban ellos dos.

"No me diga" Susurró lo suficientemente bajo.

"Nos ha llegado una carta para usted" El hombre de cabello grisaceo le entregó un sobre a Louis "Hasta la proxima clase"

El oji-azul se apresuró a abrir la carta, se sorprendió al ver la imprenta del Hospital Privado de Londres, era uno de los mejores en toda Europa. La carta decía:

Estimado joven Tomlinson, le escribimos desde el Hospital Privado para comunicarle una oferta de trabajo; ser responsable de un enfermo con trastorno explosivo intermitente para cuidarlo las 24 horas del día. Lo optimo sería mudarse a la casa de su nuevo paciente así poder tenerlo mas a su cuidado. Podrá seguir estudiando con la misma excelencia que hatsa ahora, solo que lo hará por internet. Si está interesado por favor comunicarse al número del Hospital ubicado al final de la página, nosotros le daremos los datos necesarios.

Louis por poco no salta de la emoción, ¡Claro que aceptaria! Llamó al número del Hospital, esperó tres pitidos y fue atendido por la recepsionista.

Tras varios minutos, una hora quizá, el castaño ya tenía un trabajo. Trabajaria como enfermero personal en una casa de clase alta, le emocionaba la idea. Mañana mismo empezaría.

YYYYYY DONE, perdón si tiene algún error de ortografia, lo escribi a la madrugada y no estaba consiente de lo que hacia asique sorry, sE VIENEN MOMENTOS LARRY
Grax x tanto, rafi se va~

La cura. || larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora