Despierto tomando una gran bocanada de aire, sintiéndome como si al fin pudiese respirar luego de un tiempo siendo asfixiada. Empapada en sudor, con las manos temblando y hechas puños sobre mis sábanas blancas.
Siento frío; miro hacia la ventana y una corriente de brisa nocturna entra.
¿La dejé abierta?
Luego de cerrarla, miro el reloj junto a mi cama, son las tres con treinta y tres de la madrugada.
No puedo dejar de pensar en esa pesadilla: yo, corriendo en un bosque. ¿De qué, o quién? ¿Por qué?, estaba herida, creo.
Tengo una sensación de inquietud, un nerviosismo que revuelve mis entrañas, mezclado con una inmensa familiaridad.
Pero no había nada familiar en ese lugar; De lo que estoy segura, es que estaba siendo perseguida, observada, acechada... Debo dejarlo pasar, fue un mal sueño.
Mi madre dice que mis pesadillas recurrentes son normales a causa de mi trastorno, me diagnosticaron parasomnia hace un tiempo.
Luego de una hora en la que logré dormir intermitentemente, me sobresalto por un ruido proveniente del exterior de la casa, al asomarme por la ventana corrediza observo una figura alejarse de mi casa, inhumanamente rápido.
Extrañada y resignada a que ya no dormiré, voy a mi escritorio a dibujar un poco, enciendo la lámpara de mesa con forma de luna y tomo mi lápiz. Al dibujar cierro mis ojos y dejo que mi mano siga su rumbo, es inusual, supongo, pero al hacer esto fluye la creatividad en mi y creo escenas un tanto peculiares, según Alissa. Nos conocemos desde hace tres años, y desde entonces, mis dibujos le parecen "un poco escalofriantes, pero geniales", la cito.
En algunos de ellos dibujo figuras humanoides sin rostro, con muchas líneas parecidas a nudos; en otros, paisajes un poco inquietantes, como una cabaña solitaria cercana a un lago inmóvil.
Digo inquietantes porque todos ellos te hacen sentir incómodo al verlos, como cuando alguien te observa, no lo sé. Pero el dibujo más extraño, para mi, fue uno de una figura femenina en una silla parecida a las que tienen los dentistas, con la diferencia de que esta contaba con correas para las muñecas, tobillos, cuello y cadera; la misma parece estar dormida o sedada, con lágrimas en su rostro, no lágrimas normales, sino de un color oscuro, como sangre. Tiene una clase de casco extraño con ventosas pegadas a su frente. Parece que está siendo torturada, o algo parecido, no sé por qué lo dibujé; Alissa dice que debería dirigir películas de terror por mi ingenio para inventar escenas sobre esa clase de cosas.
Escucho la puerta abrirse y veo a mi padre entrar, se sobresalta un poco al verme y se acomoda los lentes antes de hablarme.
—Ah, hola, cariño, no sabía que estabas despierta.
—No puedo dormir, ya sabes, trastornos. ¿Necesitas algo? —hablo un poco extrañada por su comportamiento.
—Bueno, no, tampoco puedo dormir y venía a —hace una pausa— ver cómo estabas, ya sabes.
—Ah —¿cómo más voy a estar a las cuatro de la mañana?—, bueno, estoy bien —sonrío un poco incómoda.
—Bueno, era todo, si necesitas algo estaré en mi oficina —finaliza repiqueteando los dedos en sus piernas.
—De acuerdo.
Sale de mi habitación dejándome algo pensativa.
Me recuesto, dado que me ha dado sueño.
▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪ ▪
Despierto y me estiro, observando mi habitación y sus paredes, tres de color blanco y una azul, mi escritorio de madera blanca, y me pongo de pie con algo de dificultad sobre mi alfombra peluda negra, aún estoy cansada.
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I N C Ó G N I T A
Mystery / ThrillerLa misma pesadilla. Cada día.... No lo entiendo, ¿debería hacerlo? Si solo es producto de mi mente ¿Por qué es tan real? ¿Por qué se repite? ¿Por qué siento que hay algo más? Tantas preguntas... ¿Dónde están las respuestas? ¿Lo peor? Aunque no sé s...