Yeonbin ~One Shots +18~

Stockholm Syndrome

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— Puedes... Podrías soltarme? Por favor... -susurró suavemente viendo al mayor que se encontraba sentado frente a él-

— No te di permiso para hablar -le respondió con simpleza-

— Con esto en mi cuello no puedo tragar bien Yeonjunnie...

El mayor dejó de ver el aparato que tenía entre sus manos y posó su vista en el chico frente a él.
Ese collarín de metal alrededor de su cuello claramente era pesado y sabía muy bien que incluso le costaba dirigirle la palabra por lo ajustado que estaba pero solo le dedicó una pequeña sonrisa.

— Y dime quien tiene la culpa de eso, precioso? -preguntó con tono de burla en su voz- Yo te dije que podías abrir esa hermosa boquita que tienes? -el chico con su cabello ya de un color azul muy claro debido a que el tinte se deslavo de su cabello solo negó con la cabeza-

— Yo... no quise desobedecerte... -dijo apenas para luego acomodarse en su lugar, dejó sus manos sobre sus piernas y tembló un poco cuando el metal que estaba alrededor de sus muñecas hicieron contacto con la piel de sus piernas-

— Tu nunca quieres desobedecerme y aún así lo haces -soltó una pequeña risa y se levanto de la silla donde estaba sin dejar de ver al chico frente a él- Deberías agradecerme que al menos te traigo comida.

— Lo se -lo vio desde abajo sin moverse del lugar donde se encontraba sentado, tampoco es como que pudiera moverse mucho con esas cadenas en sus manos y cuello que le daban solo un espacio limitado para moverse- Perdón por no ser tan bueno para ti Yeonjunnie...

Yeonjun lo vio un par de minutos y no pudo negar lo bello que se miraba ese chico frente a él.
Soobin se encontraba sentado sobre sus propios talones, sus delicadas manos posadas sobre sus piernas y viendo al mayor que se encontraba de pie delante de él, su cuerpo temblaba de vez en cuando a falta de algo que cubriera su cuerpo, lo único que lo cubría eran unos shorts que suponía eran del mayor ya que le quedaban algo grandes, sin contar que había bajado considerablemente de peso luego de llevar un tiempo en esa pequeña habitación en la que ya había estado un par de veces en otra situación completamente diferente a la que se encontraba ahora.

Si bien todo el tiempo que llevaba en ese lugar secuestrando había sido algo completamente irrelevante, esta era la primera vez en la que realmente sintió que no podría salir con vida luego de lo qué pasó para que se encontrara así.

— En algún momento te autorice que le dirigieras la palabra a alguien más? -preguntó el mayor que ahora se encontraba con su cabello color negro-

Soobin se limitó a hablar y solo negó con su cabeza para luego bajarla sintiéndose regañado.

— Entonces explícame porque mierda estabas hablándole a mi hermano -sin algún tipo de delicadeza pateo a un lado el plato con comida de Soobin que estaba en medio de los dos- Dime una maldita razón para no ir y sacarle la lengua a Beomgyu y luego a ti.

Sin darse cuenta pequeñas lágrimas empezaron a caer del rostro de Soobin que no podía responder nada.

La razón por la cual se encontraba así fue porque un mes atrás Beomgyu apareció en la casa en la que Yeonjun lo mantenía desde que lo secuestró, Beomgyu solo había seguido las órdenes de Yeonjun como siempre de llevarle cosas para comer y algo de ropa de su talla porque ya llevaba mucho tiempo usando la ropa de Yeonjun.
Una cosa llevo a otra y Soobin termino preguntándole sobre el chico de ojos grandes y linda sonrisa que conoció en su misma situación, no convivieron mucho pero sin razón alguna Soobin sintió curiosidad por saber cómo se encontraba Taehyun, más que todo para saber si seguía con vida después de tantos meses.
Soobin ni mucho menos Beomgyu contaron con la presencia de Yeonjun esa tarde. El mayor claramente le había dado la orden a Beomgyu de no hablarle a su chico y que solo se dedicara a ver si el chico se aseaba a diario y comía sus tiempos correctamente.
Esa tarde cuando Yeonjun apareció por sorpresa para ambos chicos fue algo que había marcado mucho más a Soobin. Yeonjun pegó un solo grito asustando a Soobin y dándole la orden a su hermano menor que se fuera del lugar y que no apareciera hasta que él se lo indicara.