PARTE ÚNICA

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Este os es una locura que brotó en una sola noche, tras dos litros de café que me dejó hablándole a la electricidad xD (en serio, no tomen mucho café de golpe. Te deja viendo al futuro).

Espero que esto les guste, Rin es un personaje que me gustó bastante cuando escribí esto, aunque ahora mi percepción sobre él ha cambiado un poco.

...

Me gustaría poder esconderme para siempre, evitar tu mirada filosa y hundirme en mi propio corazón. Me gustaría evadirlo todo, pero no puedo.

He avanzado mucho para llegar hasta aquí, para encontrarte entre tantos escombros del pasado. No creo que seas capaz de imaginarte las noches que me desvelé pensando en ti; en tu rostro duro y juvenil, en tus facciones grises que proteges con una gruesa capa de frialdad. En tus ojos verdes, eléctricos, que siempre han sabido cómo provocarme aquellos dulces escalofríos.

No te imaginas los días ajetreados en mi agenda diaria, buscando alguna pista sobre ti. Buscándote en cada rincón del mundo, con la esperanza de encontrarte alguna vez, latiendo entre mis huesos. Extrañaba tu belleza gélida mientras silenciaba mis lágrimas para buscarte, barrí con la misma atmósfera para dar contigo, con tus ojos verdes a los que tanto me he aferrado.

Me gustaría decir que eres una adicción, una amalgama de colores brillantes que se mezclan involuntariamente con las mariposas grises en mi estómago; porque realmente llegué a sentir que podrías hundirte entre mi piel.

Pero sé que no es así. Estás demasiado alto para mí, mis manos mundanas no alcanzan a acariciar las tuyas, mi piel no te siente y mi corazón no puede halar de ti y traerte a este plano.

Me podría conformar con que me veas. Con esos ojos eléctricos, vibrantes.

Pero incluso eso me habías arrancado.

Tu desaparición sacudió los cimientos de mis sonrisas, y causó un desbalance en nuestro singular trabajo. Yo no soy la única que te necesitó todo este tiempo; tus manos hábiles hicieron falta, tu ausencia fue una estaca más en los corazones de nuestros compañeros, a pesar de que el código indica todo lo contrario.

Sin vacilar, sin mentir, sin amar. Sólo trabajar.

Es complicado respetarlo cuando se trata de ti.

Así que sí, puedo admitirlo: te he extrañado.

«Extrañar» sin embargo, es una palabra imprecisa para mí, porque implica que anhelas algo tuyo, pero que no está ahí contigo. Y tú jamás fuiste mío, aunque no hay nada más que pudiera desear; eres demasiado libre para entregarte a alguien, demasiado caótico para dejar que un alma ajena te lleve con la corriente.

Eres único, Rin.

Tu caos es todo lo que yo quería de ti. Tus colores, tus tormentos y el fuego eléctrico en tu mirada. Lo quería todo para mí. Lo quiero todo para mí.

Pero ya es demasiado tarde, ¿no?

-Te ves diferente -miento, y a la vez soy honesta.

Porque tu cabello verdoso no ha cambiado, apenas ha crecido, y el sudor lo sigue pegando a tu frente como pequeñas perlas sobre tu piel. Tus labios finos todavía se mantienen en esa expresión de disgusto perpetuo, las sombras en tus párpados me dicen que no has dormido bien, y puedo ver bajo tus rasgos de cristal, un pequeño rastro de tristeza.

Te ves apagado y cansado. De huir, de luchar, de respirar.

Luces como si estuvieras corriéndole a la propia vida.

Pero también hay cosas en ti que son diferentes. Nunca he visto ese fuego furioso en tus ojos, que arde con más fuerza cada segundo que me ves. Nunca he visto tu mano temblando tanto, extendida hacia mí con una sorpresa plateada en ella, tampoco he visto el color tan oscuro de tu sangre. Mancha un poco tu ropa blanca y también el suelo, tus zapatos se han echado a perder y sé que eso no te gusta.

Te Encontré | Itoshi RinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora