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Pensó toda la noche qué debería hacer, ella no era el tipo de chica que guardaba rencor o le gustaba estar molesta con los demás, ella era tranquila y la paz que existiera a su alreddedor era la misma quue tendría en su día a día, tener aquella tensión con Erim ya le era complicado, más aún que era su mejor amiga, por lo que después de mucho pensar decidó ir con ella y hablar sobre el asunto, ya Erim la buscó más de una vez y fue Broram quien le rechazó, ahora ella era quien la buscaría para intentar arreglar las cosas.

Salió de su casa, todavía era muy temprano, hacía frío ese día en particular, caminó tranquila por las calles hasta que visualizó a lo lejos la colonia donde vivía Erim, sabía que la menor estaría sola, su mamá trabajaba la mayoría del tiempo y el papá de Erim las abandonó cuando Erim tenía 5 años, recuerda como la menor lloró mucho en aquel tiempo, entendía tal vez porque Erim era una chica complicada, por la misma razón que no la quería dejar sola contra el mundo. Pasó a una panadería para comprar desayuno, tenía esperanza de que todo resultara bien y pudieran tener un día tranquilo.

Se acrecó a la puerta y tocó dos veces, no recibía respuesta alguna, probablemente Erim seguía dormida, era temprano aún, no quería entrar sin el debido permiso de su amiga, pero Boram tenía una llave extra de la puerta, así que la sacó de su bolso y abrió. La casa era un total desastre, parecía que estaba abandonada, ropa por todo lado, trastes sucios y ahi estaba la pequeña bolita esponjosa que Erim tenía de mascota, era un pequeño gatito, Erim lo recogió hace dos años cerca de su casa, recuerdan como estaba herido y mojado, Boram era alergica a los gatos por lo que le pidió a Erim que le cuidara por ella, la menor aceptó gustosa pues siempre estaba sola y su madre no se molestaría por llevar una mascota.

Boram se acercó y acarició la cabeza del pequeño felino que solo maulló y se restregó entre sus piernas buscando más afecto de la chica, acomodó un poco aquel lugar y lavó cada plato que había sobre la pila, no era su idea principal pero sabía que algo pasaba, por lo que ayudar un poco no estaba mal. Terminó de limpiar la casa, preparó el desayuno y decidió subir a buscar a su mejor amiga, al abrir la puerta la vió dormida, sus ojos parecían hinchados, se preguntaba que pasaba con ella y porqué estaba así. Se acercó a su cama y la despertó con cuidado de no asustarla, poco a poco Erim abrió los ojos, al ver a Boram se sorprendió.

― Hola ¿Hace cuánto que llegaste? ― Preguntó con la voz aún poco apagada

― Toqué varias veces pero nadie respondía, así que me preocupé ¿Está todo bien? ― Boram solo veía como su mejor amiga le evadía la mirada.

― Es complicado en este momento, si me hubeiras dicho que venías habría limpiado un poco ― Seguía sin verla a los ojos

― Tranquila, acomodé un poco, debes estar cansada, ¿Dónde está tu madre?

― Hace días no viene, debe andar con alguno de sus novios, ya sabes como es ― Dijo si muchas ganas, aunque a Erim no le faltaba nada ecónomicamente, le faltaba lo principal, su madre ― ¿Pasó algo? ¿Qué haces aquí? No me molesta, solo tengo curiosidad

― Erim lo siento por lo de tu mamá ― Erim solo asintió

― Ya estoy acostumbrada, no te preocupes ― Pero sus ojos decían lo contrario

― Solo quería hablar contigo, arreglar las cosas, pero si quieres podemos hacerlo en otro momento

― No, quédate, hablemos ― Hizo una pausa viendo como Boram la veía atentamente ― Solo disculpame Bori, en verdad lo siento, me comporté como una tonta, haz sido siempre mi amiga y yo solo traicioné tu confianza, de verdad lo siento . Boram sabía que de verdad lo sentía pudo ver la sinceridad en los ojos de Erim ― Sé qué quieres a Park y por eso estoy intenado alejarme de él.

The Kiss || Park SunghoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora