spinning out in love. | KTH&JJK

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Eran la 1:23 de la mañana cuando Taehyung salía de bañarse luego de haberse pasado el día entero en la pista de hielo practicando y su celular vibró avisándole de un nuevo mensaje recibido.

El muchacho corrió emocionado hacia la mesita de noche que se encontraba al otro lado de la cama y desenchufó desesperado su celular.

"hola, soy jungkook, el cuidador de la pista, me pasaste tu número hace un rato."

"¿llegaste bien a casa?"

Esas eran las palabras que se leían en aquellos mensajes que con emoción y sin ganas de hacer esperar a aquel muchacho que acababa de conocer, Taehyung respondió con una sonrisa dibujada en su rostro aún mojado por la ducha recién tomada.

"hola, sí llegué bien, gracias por preguntar :)"

El castaño envió su respuesta, registró el número de su nuevo amigo e inmediatamente bloqueó su teléfono para terminar de alistarse e irse a la cama, su alarma sonaría dentro de tres horas y media, debía descansar lo que pudiera para poder levantarse y llegar temprano a su práctica matutina o su entrenador lo retaría. Sin tardar demasiado, Taehyung terminó de secar sus cabellos y se metió a la cama, cayendo dormido casi al instante, tantas horas en la pista le habían cobrado factura.

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Esa misma madrugada pero cuatro horas después, Taehyung ya se encontraba calentando para entrar a la pista y comenzar su entrenamiento. Cansado por haber sobreexigido a su cuerpo el día anterior, el castaño hacía estiramientos de pierna cuando sintió una presencia frente a él. De inmediato se enderezó y se encontró con unos ojos que le recordaban a bambi y con una sonrisa tímida, el muchacho de cabellos oscuros le ofrecía una bebida energizante, la cuál Taehyung tomó sin titubear.

— Buenos días —le dijo sonriente el pelinegro y se sentó en la banca que estaba a su lado a la vez que lo observaba poner la bebida en el suelo y continuar con sus estiramientos, luego de un par de segundos, Taehyung optó por girarse para no darle la espalda a Jungkook.

— Buenos días, ¿vas de salida? — preguntaba curioso el castaño.

— Sip, mi turno ya acabó así que me vuelvo a casa para descansar un poco, veo que tú lo hiciste muy poco, ¿no te sientes mal? — la preocupación de Jungkook impregnada en su voz a la vez que lo escaneaba de arriba a abajo en busca de algún síntoma de cansancio o malestar.

— No, ya estoy acostumbrado, sí me siento algo cansado porque creo que ayer exageré pero no me arrepiento, por fin pude hacer el lutz — exclamó Taehyung con evidente felicidad que sin darse cuenta le contagió a Jungkook.

— Y por cierto te salió increíble.

— ¿Eso crees?

— Claro que sí y no era para menos, ya llevabas un buen rato intentando, solo era cuestión de tiempo, aunque no te miento que por un momento me preocupé de que te fueras a lastimar, ya te veías cansado — dijo Jungkook sin percatarse que sin querer había revelado que la noche anterior se había pasado un buen rato observando a Taehyung.

— Espera, ¿me estuviste observando todo el tiempo?

— Eh, bueno, es que... No puedes culparme, es cautivador verte sobre el hielo, además de que por lo general estoy solo por las noches y suelo aburrirme, no iba a desaprovechar ese espectáculo — respondió algo avergonzado el pelinegro.

Taehyung le regaló una sonrisa ruborizada mientras tomaba asiento a su lado y tomaba un poco de la bebida que le había obsequiado. Estaba por decir algo más cuando de repente escuchó a su entrenador llamarlo para entrar a la pista.