Vestido como un marido sustituto

114 La segunda tienda

  Al escuchar las palabras de Chen Xing, mirar la sonrisa sincera en su rostro y saber que no era superficial, Gao Yaji se sintió un poco aliviado.

Inmediatamente, el oficial Gao pareció haber pensado en algo, miró a Chen Xing, que todavía observaba la situación en la tienda, y a Gu Lang, cuyos ojos siempre estaban puestos en Chen Xing, y dijo en voz alta:

"Por cierto, no lo hagas". ¿Tienes otra tienda que pedir? Vamos a ver. Iremos contigo ahora para evitar que algo así vuelva a suceder ".

La primera reacción de Chen Xing fue que era demasiado problema para ellos. Justo ahora, Gao Yajian los ayudó. sorprendió al comerciante aquí una vez, e inmediatamente les pidió que los molestaran por primera vez, segunda vez.

Justo cuando Chen Xing quería negarse, Gu Lang, que estaba a su lado, estuvo de acuerdo de una vez: "Hay una fuerza laboral en el alto yamen".

"No hay problema, no hay problema, este es nuestro deber". Verlos después Al aceptar su propuesta, Gao Yao no pudo evitar respirar aliviado, después de todo, la orden del juez del condado era recuperar estas tres tiendas y entregárselas a Chen Xing.

Después de que el grupo estuvo de acuerdo, caminaron hacia la tercera tienda, pero la tercera tienda era diferente de lo que habían imaginado, la tienda no era grande, pero estaba al borde del muelle.

Solo vende pasta sencilla, pero no hay mucha gente yendo y viniendo, incluso se puede describir como una puerta, que contrasta con el restaurante de al lado.

Chen Xing dudó un momento, pero siguió a Gu Lang y entraron juntos. Después de entrar, descubrió que, además de un hombre de mediana edad a cargo de la cocina, había un joven a cargo del pasillo. El rostro del hombre de mediana edad estaba aburrido, y no parecía ser una persona concienzuda. En cambio, era el joven que dirigía el salón. Después de que entraron, sus ojos seguían rodando, como si estuviera juzgando sus orígenes. 

Cuando Gu Lang se adelantó para explicar sus identidades, el hombre de mediana edad inmediatamente mostró una cara de que el cielo se estaba cayendo, un poco en pánico y no sabía qué hacer, pero el joven miró a Gu Lang e hizo una solicitud. salarios

Frente a la cara fría de Gu Lang, el joven no estaba en absoluto avergonzado y dijo con una sonrisa: "Joven maestro, todos somos gente pobre. Originalmente salimos a trabajar para ganarnos la vida. Ya que usted se hará cargo de esto pequeño restaurante, naturalmente, también deberíamos liquidar nuestros salarios ".

Gu Lang sintió que el joven tenía razón, asintió y luego les preguntó cuánto eran sus salarios mensuales.

El joven rápidamente reveló que era un fugitivo y un manitas aquí, y que su salario era de medio tael al mes. El hombre de mediana edad es el jefe aquí, y su salario es uno o dos medio mes.

Este salario es bastante razonable. Después de todo, la propia tienda de Chen Xing está abierta así, así que después de que Gu Lang asintió, sacó dos taels de plata de su bolso y se los entregó.

El joven tomó el dinero de Chen Xing, pesó el peso, le dio las gracias y luego le preguntó: "Pequeño jefe, si todavía quieres reclutar trabajadores allí, ¿puedo irme?"

Chen Xing escuchó Mirando su pregunta, sus ojos se movió hacia él, sus ojos no pudieron evitar preguntarse, parecía un poco extraño por qué hizo esa pregunta.

El joven parecía ser muy observador y, después de ver las dudas en el rostro de Chen Xing, inmediatamente se defendió: "Creo que la tienda del hijo en el futuro podría necesitar más mano de obra, por eso hizo esta pregunta"