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Una sensación agradable y acogedora le envolvía el cuerpo. La suavidad de las sábanas la percibía como caricias, el cuerpo lo sentía algo entumecido y las extremidades le hormigueaban. Se le erizó cada folículo del cuerpo y sintió labios abultados en los propios, terminó de despabilarse bajo los efectos de unos toques en su delicado y sensible cuerpo, retorciéndose en placer cuando percibió manos cerca de su ombligo haciendo presión con los pulgares hundiéndose en sus caderas. Jadeó por aire y tragó duro con la boca seca. Los labios que estaban en su boca descendieron por su clavícula, dando pequeños besos húmedos hasta llegar a sus pezones, siguiendo un camino cálido y húmedo hasta llegar a su zona púbica y jugar con la lengua en su ombligo. Gruñó por la garganta hasta que esta dolió un poco.

Se aferró de cabellos oscuros e inclinó su cuerpo para sentir algo de fricción. Manos suaves y tibias lo recorrían entero. La noche estaba húmeda y algo pesada las cortinas blancas de Bambula sarandeaban al ritmo de una brisa tibia que anticipaba una lluvia de verano. La única luz que había entraba por la ventana proveniente del poste de luz de la calle. Era apenas una luz tenue que ambientaba aún más el lugar. Las fosas nasales se le inundaron de un aroma dulce y algo cítrico. Por otra parte, los dedos de sus pies se enterraron en el colchón cuando de pronto su miembro fue descubierto. Miró hacia su desnudez y luego a los ojos de aquella persona. Ojos oscuros lo miraron con detenimiento, con pasión, con hambre.

Cada sentido estaba agudizado y no entendía muy bien qué es lo que estaba ocurriendo.
Se incorporó de golpe cuando sintió un cuerpo encima del suyo, cuando esos mismos labios que estaban en su ombligo le besaban el cuello, rozando con los dientes frontales su clavícula.

Entre sueños y realidad Taehyung gruñó aferrándose al cuerpo del contrario, empujando la parte baja a su erección. Lo miró a los ojos buscando una respuesta de lo que estaba haciendo

-¿Quién eres? -susurró con la voz ronca, no encontró una respuesta, solo una sonrisa pícara que se esfumó cuando este intentó tocarle la mejilla con los nudillos.

Se incorporó buscando una bocanada de aire, intentando recuperar el aliento. Sentía la sangre presionarle las sientes y el sudor recorrerle la espina.

Se recostó lentamente ya que la persona con la que había soñado, no era aquella que compartía sus noches.

Maldijo cuando miró hacia abajo y visualizó su miembro erecto y una aureola en su ropa interior. Ya no era un adolescente por el amor de Dios.

Se levantó y fue hacia el baño algo avergonzado y se metió de lleno en la ducha intentando dar forma a aquella figura que se le aparecia en sueños dándole placer.

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Taehyung podría decirse que tuvo una infancia feliz, recuerda cada uno de sus cumpleaños ser festejados, sus padres yendo a sus actos escolares, recuerda cuándo y cómo fue su primer beso, cada vez que se le viene a la mente aquella noche en casa de su mejor amigo, sonríe. Siempre recuerda a su Noona con una sonrisa.

Jamás escucho a sus padres discutir, y el plato siempre estuvo en su mesa. No eran una familia adinerada ni mucho menos, ni tampoco era que les faltaba el dinero. Su familia podía darse pequeños lujos como ir a pescar al Río Han o visitar a su abuela en Daegu. No tenía un hermano mayor que le hiciera bullying ni mucho menos la vida imposible. Su hyung era su ejemplo a seguir. Sus padres parecían amarse y su madre era feliz siendo maestra de Grado. Taehyung pretendía que era así. Porque él vio a su madre sonreír cada día y también la escuchó recitar un cuento cada noche antes de dormir, ella era la que lo besaba en la frente y se preocupaba por su salud.

Él pensó que todo aquello era y fue siempre una mentira. Una blasfemia. Una pantalla de lo que realmente ocurría. Porque, cuántas caras podemos mostrar de nosotros mismos, cuántos en lo que estamos dispuestos a exponer de nosotros mismos? Las preguntas siempre se le acumulan, siempre eran las mismas. Y jamás obtiene respuesta, no una que a él lo convenza. Que cierre cada uno de los huecos que dejó su madre.