¡Hazlo tú!

Capítulo 5

Cuando Yibo pensaba que no quedaba más por hacer. Cuando había perdido las esperanzas imaginando que en ese instante iban a tomar a tomar su cuerpo por la fuerza, llega su ángel protector a salvarlo.

Zhan logra patear la puerta con tal fuerza, que rompe la cerradura de la misma abriéndola de par en par. El portazo se oye por toda la habitación en sonido estruendoso.

— ¡Yibo! ¿Estás bien? ¿Dónde está Wen Ha...? — el alfa para en seco cuando alcanza a enfocar la visión delante de sus ojos. Lo que ve no es para nada lo que esperaba. Yibo se encuentra inmovilizado boca abajo en el suelo por Wen Han, quién sostiene a Yibo con una de sus manos y la otra introducida dentro de sus bóxer. Al ver a Zhan, Wen Han suelta al Omega. El desconcierto se apodera del alfa. — ¿Qué diablos estás haciendo?

— ¡No! ¡No fui yo! — el contrario salta hacia atrás, asustado por la sombría voz de Zhan — ¡Fue su culpa! ¡Estaba tratando de engañarte! ¡Se estaba acercando a un alfa como tu para su propio beneficio! — explica y Zhan lo mira perplejo por sus palabras — Estaba tratando de protegerte de él... — se ríe nervioso — El sólo consiguió este trabajo porque tenía conexiones. — esta vez se dirige a Yibo y dice — ¿Tuviste sexo con el alfa en las entrevistas?

Aquellas palabras remueven el estómago de Zhan y hacen un chasquido en su cabeza. A toda velocidad, corta el espacio entre ambos y agarra a Wen Han por su camisa. Lo levanta unos centímetros del suelo para verlo de cerca, el contrario lo mira asustado.

— ¡Yibo no haría eso! — Wen Han se sorprende por esa declaración y abre sus ojos como platos. — Eres una completa basura — el alfa continúa — ¡Todo lo que haces y dices es basura!

— N-No...

— No me importan cuáles son tus razones para ponerle una mano encima — Zhan observa a Yibo, quién permanece quieto en el suelo apoyado sobre una pared. La furia nubla su vista —¡Nunca te perdonaré!

Tras pronunciar sus palabras, lo suelta y cae desplomado en el suelo. Zhan pasa de él y camina hacia Yibo. El alfa le tiende su mano.

— Yibo, vamonos. — le dice y Yibo con lágrimas en sus ojos extiende su mano.

Ambos salen de la habitación tomados de las manos. Cuando están a una distancia considerable, Zhan se gira hacia el pequeño Omega y le dice:

— Quedémonos aquí hasta que te calmes.

Sin esperar más, Yibo toma por el cuello a Zhan y lo pega a la pared más cercana. Sus labios se estampan contra los suyos en un beso desesperado. Yibo folla con su lengua la boca de Zhan y ambos jadean de deseo. Cuando se separan, se miran a los ojos.

— Yibo...— el alfa es el primero en hablar, pero Yibo se marea y choca su cuerpo contra el del contrario. Zhan lo sostiene por los hombros evitando que caiga al suelo.

— Probablemente estoy nervioso por lo que sucedió antes. — dice jadeante el Omega — Lo siento.

— Está bien.

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— Hmm...

Los dos hombres se besaban con fuerza en el sofá de la casa de Yibo. Sus besos provocaban sonidos obscenos por toda la sala. Ambos jadeaban y sorbían las bocas contrarias con pasión. Yibo se encontraba sobre Zhan tomando el control y el ritmo de los besos. El Omega se separa del alfa con un hilo de saliva entre ellos.

— Zhan —habla y su cuerpo producen espasmos por la excitación. El alfa toca su cuerpo por sobre la tela de su camisa — Quiero meterlo — se toman un momento para mirarse a los ojos. Los latidos de Yibo son rápidos y rítmicos — Lo estoy poniendo, ¿Está bien?