EL MAESTRO ESPIRITUAL

CAPÍTULOS DEL 312 AL 317

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CAPÍTULO 312. HACIENDO
SU FAMA (1)
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Xiao Jinting se sentó elegantemente en el asiento de la Familia Ye y mantuvo una sonrisa graciosa bajo las miradas de todos.

Ye Jinlan no tuvo tiempo de maravillarse con él, y preguntó con cara seria: "Sr. Xiao, ese disco mágico..."

"Cada uno cuesta cien piedras espirituales de primer nivel. ¿Cuántos quieres?" preguntó Xiao Jinting con una sonrisa.

"Diez", respondió Ye Mi.

Xiao Jinting sacó una pila de discos mágicos y se los entregó a Ye Mi, quien rápidamente pagó mil piedras espirituales de primer nivel.

Xiao Jinting pensó para sí mismo: "¡Estos muchachos están cargados! Aunque el nivel de cultivo de la Isla Nebulosa es más bajo que el del Continente Nube, las reservas de piedras espirituales son más altas. Antes de regresar al Continente Nube, tengo que conseguir más piedras espirituales."

Cuando el jefe de la familia Hong vio que Xiao Jinting le daba a Ye Mi una pila de discos mágicos, se puso verde.

"Sr. Xiao, ¿por qué no los sacó antes si son tan buenos?" Ye Jinlan preguntó.

Xiao Jinting sonrió y dijo con indiferencia: "Señorita Ye, no me preguntó".

No se valoró la oportunidad que se presentó. Desde que llegó a la casa Ye, la Familia no lo había tomado en serio. Aunque Xiao Jinting era de mente abierta, no era fácil de convencer. No les contaría sobre los Discos Mágicos de la Llama del Trueno cuando lo tomaron a la ligera.

Además, ¿cómo podrían valorarlo si la Familia Ye no perdió la primera ronda?

"Sr. Xiao, es increíble. No esperaba que derrotara al anciano Yuyao", dijo Ye Jinlan con admiración.

Después de que Xiao Jinting ganó la segunda ronda, Ye Jinlan obviamente se sintió aliviado. Tenía una confianza evidente en Ye Mi, quien iba a tomar la tercera ronda.

"Señorita Ye, le dije hace mucho tiempo que confiaba en ganar. ¿No me creyó?" preguntó Xiao Jinting.

Ye Jinlan sonrió torpemente y dijo: "Te creo". Aunque Ye Jinlan no despreciaba a Xiao Jinting, nunca imaginó que él podría derrotar al anciano Yuyao.

Xiao Jinting dijo triunfalmente: "En realidad, soy modesto. Sabía que ganaría, pero dije que tenía confianza, solo para estar seguro...".

Ye Jinlan estaba decepcionada. Ella había pensado que Xiao Jinting era modesto como un verdadero maestro, pero sus palabras habían arruinado su imagen en su corazón.

El oso volador mordisqueó un pastel en las rodillas de Xiao Xiaojin y se rió de Xiao Jinting.

Xiao Xiaojin se sentó no muy lejos de Ye Jinlan, quien comenzó a sospechar con el oso volador en su rodilla después de ver los escorpiones de Xiao Jinting. ¿Era solo una mascota ordinaria?

Al darse cuenta de la mirada curiosa de Ye Jinlan, el oso rodó con falta de interés y continuó comiendo el pastel.

"Padre, mucha gente te está mirando", le dijo Xiao Xiaojin a Xiao Jinting.

Xiao Jinting asintió, "Sí".

Ye Jinlan miró a Xiao Jinting y dijo: "Sr. Xiao, definitivamente ha alcanzado la fama hoy".

Xiao Jinting sonrió, "¿En serio? En realidad, soy una persona discreta. No me importan las famas. Ahora que tanta gente me mira, me siento avergonzado".