— ¡felicidades Rengoku san! — gritaron todos en aquella iglesia donde se llevaba acabo una boda. El rubio sonrió con las mejillas rojas junto a su pareja
— me alegra que pudieran venir — dijo el de puntas escarlatas viendo a ambos adultos — veo que Nozomi chan esta más hermosa cada día y Kiyomi igual
La niña de cinco años sonrió al ver a su tío quien la tomó en brazos, ocasionando unas fuertes carcajadas en la infante. Luego poso su dorada mirada en la bebé de cabellos flameantes
— estoy muy feliz por ti Sen — dijo aquel omega de largos cabellos rosas atados en una hermosa trenza francesa con cola — me alegra ver que conseguistes una muy buena esposa
— gracias Akaza — el menor lo abrazo y luego vio a su hermano — me alegra verte hermano
— a mi igual hermanito — Kyojuro beso la cara de su hermano menor sacándole varias carcajadas — no sabes lo feliz que me hace verte casado y feliz
Senjuro sonrió. Luego de haber confesado todo lo que sentía por Akaza y que este no dejará de lado su amistad con el siguieron siendo los grandes amigos que siempre fueron; no fue hasta tres años después que su hermano y cuñado se casaron, tiempo después tuvieron una muy hermosa niña peli rosa, todos estaban felices por ellos
Senjuro había encontrado a su pareja, en la Universidad una hermosa beta de ojos verdes y cabello castaño, una chica muy amable que le robó el corazón y viceversa
Ambos fueron novios por cinco años, y hoy ellos se casaban con alegría. En la noche mientras todos bailaban y conversaban, el Rengoku menor hablaba con Akaza quien lo escuchaba atentamente y sonreía por las ocurrencias de su amigo
— me alegra saber que Kaori* no haya incendiado la cocina — comenta con risa y luego ve a su esposo que juega con sus hijas — Kyo es muy similar a ella
— si, aun no entiendo como pudo quemar el agua, el Agua — ambos rieron con gracia por eso y así se formó un agradable silencio que ninguno quiso romper — 𝘈𝘬𝘢𝘻𝘢 𝘵𝘶 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘴𝘦𝘳á𝘴 𝘮𝘪 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳 𝘢𝘮𝘰𝘳, 𝘦𝘭 𝘤𝘶𝘢𝘭 𝘮𝘦 𝘦𝘯𝘴𝘦ñ𝘰 𝘢 𝘢𝘮𝘢𝘳 𝘺 𝘴𝘶𝘱𝘦𝘳𝘢𝘳
— es hora de irnos, debes ir con tu esposa a su Luna de miel — el menor sonrió y con clama fue hasta su mujer quien le sonrió
Al final todo salió bien para el joven Rengoku, claro nunca olvidará a su primer gran amor ni tampoco descuidara a su nuevo amor. Pero el hermoso sentimiento que dejó aquel quien fue el primero en entrar a su corazón, le dio grandes enseñanzas de como amar y ser amado
Pero ahora debía dar vuelta a su página para iniciar una nueva aventura y ser feliz como debe ser
𝙵𝚒𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚕𝚒𝚋𝚛𝚘_________
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