Capítulo 15

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El acertijo y el erizo

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Caminando hacia la playa me dirigía en este momento, el silencio que apareció después de conversar con Airi se había vuelto reconfortante, aunque el ambiente fue tan silencioso que Airi se quedó dormida. Supongo que debía ser por la preocupación. 

De todos modos, solo faltaban 10 minutos caminando a la velocidad a la que íbamos para llegar a mi destino, esperaba que la persona que quería encontrar pudiera arreglar este problema, aunque se podría volver problemático después de todo. 

— Ya vamos a llegar. — Susurré porque faltaba poco. 

Este día se sentía muy diferente, había una pesadez inusual en mi cuerpo y no es por el cuerpo de Airi sobre mí, sino por la situación en la que estábamos. Me había prometido a mí mismo que me tenía que alejar de ella para no hacerle daño, pero al final sucedió lo contrario. 

No sé si el problema con Yagami ya se haya solucionado, puede atacar en cualquier otro momento después de todo. Tenía todas las cartas para expulsarlo, pero. 

¿Es correcto expulsarlo?

Normalmente no dudaría porque su expulsión suponía un problema menos para mí. Puedo decir que este es un problema que pasa por lo moral. O al menos mi moral. 

Si fuera ese hombre, aplastaría por completo a Yagami sin titubear, pero yo no quería ser como ese hombre, como dije antes. 

Ese hombre aplastaría por completo a los insectos, yo por mi parte quiero darle una mano. 

Fue que había decidido que postergaría mi decisión, no era necesario que lo expulsara ahora mismo. 

Poco a poco empezaba a caminar más lento, mientras más cerca estaba de mi destino, más lento caminaba porque Airi todavía estaba dormida. 

Inevitablemente tenía que llegar y así fue, la playa estaba llena de estudiantes, sobre todo de tercer año, había unas pruebas que se realizaban acá que daban alrededor de 15 pts. 

Eso sería suficiente para compensar este día en que no voy a ir hacia las zonas designadas. Pronto una figura apareció en mi vista. Estaba como a unos 5 metros de mí y en cuanto me vio corrió hacia mí. 

— ¡Oh, Ayanokouji-senpai! — Me llamó la chica llamada Nanase. 

— Hola. — Fue lo que dije, pensé que nuestra conversación sería incómoda por lo de ayer. 

— No te pongas cauteloso, Ayanokouji-senpai. En cuanto te vi, quería darte las gracias. 

— No hice nada, pero me alegra que te hayas dado cuenta de la situación. 

— Sí, por eso mismo me prometí a mí misma que cumpliré el deseo de Matsuo-san. Tal vez no confíes en mí todavía, pero si necesitas ayuda puedes pedírmela sin problemas. 

Afortunadamente Airi estaba dormida, me preguntaba cómo es que no la ha visto todavía. Nanase parecía estar bastante concentrada en lo que me quería decir. 

— Supongo que estaría bien eso. — Realmente no sabía que decir, era extraño ver la genuinidad de sus palabras. 

— Por supuesto, por cierto, te noto nervioso, Ayanokouji-senpai, ¿pasa algo? 

— Nada importante. 

— Oh... — Me empezó a mirar fijamente hasta que al parecer se dio cuenta. 

— Lo siento, no quería interrumpirlos para nada. — Dijo Nanase actuando nerviosa al darse cuenta de que Airi ha estado

— No interrumpías nada de todos modos. — Le dije. 

Alguien que pudiera alcanzarme - Classroom of the EliteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora