Una oportunidad (2/2)

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POV ALLY

Habíamos tardado más o menos una media hora en llegar al sitio que él decía y aunque me jodiera admitirlo las vistas era alucinantes. Si no me equivoco esto estaba cerca del faro de Redfield probablemente os suene de algo este lugar, me dolía decir que aun me traía buenos recuerdos con el rubio despeinado. Al fin y al cabo, fue justo aquí donde le dijimos a Pope que estaba viviendo en mi casa, para poco después salir por patas por la poli... En él fondo aún le quería, sin duda mi mejor recuerdo con él es aprender a surfear a las 12 de la noche teniendo la playa entera para nosotros.

Seguramente cuando llegase a casa me arrepentiría de haber aceptado pasar el día con él y me rallaría, pero no me puede importar menos ahora.

-Sabes... Me estaba acordando de la vez que por intentar hacer los brownies de maría casi quemamos tu cocina – dijo mientras sacaba un porro del bolso del pantalón

-Oh dios, no recordaba eso. Mi madre casi nos asesina ese día, tuvimos que limpiar la cocina como una semana como castigo – dije riéndome, ese día había sido tan pero tan random y hay tantos momentos en blancos a la vez. Lo que recuerdo bien fue el castigo y lo buenos que nos quedaron al final

-Sin duda en el momento gracioso no fue, quiero decir no me gusto tener que limpiar la cocina sabes

-Pero mereció la pena cada segundo, lo mejor fue cuando tú madre los quiso probar también. Sinceramente no me lo esperaba, más bien supuse que nos echaría una bronca de la ostia

-Si, mi madre es genial sin duda – sonreí recordando

-Era

- ¿Qué?

-Era genial, y dijiste es genial... perdón no debería haberlo dicho así – se me había olvidado que casi nadie sabía que seguía viva ups

-Es verdad, a veces sueño con que en alguna parte siga con vida. Supongo que por eso dije "es" – dije inventando algo rápido

-Bueno, no puedo ayudar con eso, pero si con el porrito de la alegría – me ofreció y cogí gustosa, hace mucho que no me fumaba uno y echaba de menos la sensación de no tener que pensar en nada ni nadie, ser solo yo

-Vas mejorando con la maría eh, la que tenías antes era una mierda perdona que te diga – me reí por la cara de indignado que puso

Lo siguiente que paso fue que se acercó a mí, acortando la distancia entre nosotros y mi pecho comenzó a aumentar la velocidad, aun me ponía nerviosa su cercanía y dudo que alguna vez deje de pasar...

Acerco su mano a mi cara despacio como si tuviera miedo de lo que pudiera hacer y con una suave caricia cogió algo y alejo de nuevo la mano

-Tenías una pestaña en la mejilla, sopla dicen que cumple deseos – me sonrió aun con una corta distancia entre nosotros

Pensé en todo lo que podría desear ahora mismo y tras unos minutos pensando en los que el tiempo se me hizo eterno supe que desear, sin pensarlo dos veces cerré los ojos y soplé dejando que el viento se lo llevase. No creía en esas chorradas normalmente, pero algo en mi decía que esta vez debía confiar. Aunque ahora mismo no estábamos en la mejor situación él no se merecía lo que le estaba pasando y ahí el porqué de mi deseo.

- ¿Qué has pedido?

-Si te lo digo no se cumple, deberías saber eso ya – le sonreí

Él se empezó a acercar de nuevo, pero está vez notoriamente con otras intenciones, cuando estaba a menos de 1 metro de distancia me aleje llamando su atención con ese gesto.

-JJ no, tengo novio y no quiero ponerle los cuernos. Le quiero, siento si te has confundido – dije

-No tranquila, me vine arriba nada más ni te ralles enserio

La vida en Outer BanksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora