En la ternura de mi adolescencia
Solía imaginarte muchas veces
Como aquel soñado y perfecto
Aquel tan nombrado príncipe azul
Te imaginaba por la noches
Llegando hasta mi ventana
Vestido de Resplandor y de lluvia
Dispuesto a recitar tu gran amor
Te imaginaba en las mañanas
Soleadas y florecidas para mí
Parecías traer un tulipán entre tus labios
Y una poema en tu ojos miel
Pero un día desperté
Príncipe azul... No tenías ni el azul en tus venas
Y mucho menos sabías como tratar a una dama
Despertar del cuento de hadas
Con el corazón tras la rejas
Despertar fuera del castillo
En la cárcel de mil penas
No era exactamente lo que esperaba del amor
Ya no se ve la poesia en tus ojos
Ni el susurro de un poema en tus palabras
Ya no suelen haber caricias delicadas
Y los tulipanes se ven marchitos entre tus labios
Hoy mi corazón sangra
Y las cuerdas de mis manos tiemblan
Mi ojos arden bajo el humo de tus declaraciones
Mis piernas desfallecen bajo la condena de mis sentimientos
Príncipe azul... No tenías ni el azul en tus venas
