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I

La mañana llegó, hoy es un día especial para Cuphead, debía ir de aventuras con su nuevo amigo a las orillas del lago a unas cuantas cuadras. Abrió los ojos de un segundo a otro, algo común para alguien demasiado entusiasmado y ¿Cómo no estarlo?, ese chico se había convertido en un amigo especial para él cosa que para su hermano es lo contrario, no lo comprende del todo bien, creen que son celos o algo por el estilo.

Pegó un salto desde su litera para correr hasta su armario donde en pequeñas perchas mantenía su ropa habitual de manera impecable, Cuphead podía ser un descuidado pero sabe cómo mantener sus cosas en orden, además de que esa vestimenta debía durar algunos años más.

Se cambió, dándole un portazo a su habitación bajo las escaleras. Mugman se había levantado aún más temprano puesto que tenía cosas que hacer, su abuelo estaba en el jardín cuidando de su huerta. Un sábado como cualquier otro en su hogar.

La emoción aumentó cuando a unos pasos más pudo ver al joven tazón con una bolsa entre sus manos, se acerca entusiasmado y le saluda alegre, le devuelve el saludo para seguido partir hasta el lago. Se sentía bastante inquieto, su noche fue muy extraña por un sueño.

No parecía tan extraña al principio, todo su entorno era un completo paraíso de dulces con mucha música alegre de fondo ambientando el acaramelado lugar. Si de inercia fuera, probó todos y cada uno de ellos.

Toda probada a esas dulzuras parecían tan reales, tan increíble. Aunque había un detalle que no notaba. Se encontraba solo, sus familiares no estaban, solo él y su insaciable hambre. Cuphead comió todos y cada uno de esos dulces, sin remordimientos ni culpa, hasta que despertó a la media noche; entre sus sábanas mojadas de sudor.

Se mantenía distraído, ignorando por completo lo que su amigo explicaba con euforia, solía tener sueños raros pero eso fue demasiado, es decir ¡ni sentía hambre en ese momento!. Cada mordida, su sabor tan placentero. Estaba perdido, confundido a más no poder. Decidió compartirlo con el chico a su derecha, no le tomo nada llamarle la atención debido a que el Chico Tazón lo observó todo el tiempo.

—Eso que sientes ¡es culpa amigo!, esos sueños me pasan por la cabeza todo el tiempo—, comentó alargando la "o" en "todo"

—¿dices que mi sueño fue por la culpabilidad?, no lo entiendo... estoy seguro de que no e hecho nada por lo cual me sentiría culpable.

En ese momento recordó cuando sin querer golpeó a una niña en el parque, "¿quizás sea por eso?", pensó, "los dulces eran rosas lo que representaban a la niña... ¿no?".

El Tazón sonreía de manera automática, su mente no estaba en la tierra después de todo, solo de ver esa cara de confusión en su contrario le daba cierta satisfacción. Cosa que a veces intenta crearle apropósito. "A veces me preocupas", pensaba el joven taza.

Debido a esto, el tazón rebosante de deseo y locura solo le inculca más y más culpa, ninguno logró descubrir el porqué de todo ese embrollo de dulces, y eso molestaba demasiado al chico taza, se enderezó, cambiando su expresión rápidamente a una más despreocupada y en son confiado remarcó, "¡No dejaré que ese tonto sueño arruine este precioso día, es sábado no hay que olvidarlo!".
De forma alentadora tomó la mano de su contrario y partieron al lago, planeaba estar alegre en lo que quedaba de día por el bien de su cabeza que ya no daba más del dolor que sentía por pensar demasiado. "Deja de pensar en ese sueño, que no te preocupe mucho." Sentenció varias veces en su mente por el camino.

Apenas llegaban a ser las tres y media de la tarde, las cosas se habían puesto locas en esas horas, y se encontraban en una parte del camino de tierra cerca de la cabaña. Cuphead trataba de sellar lo que lograba percibirse como una grieta, una bastante grande en su costilla, las piezas habían quedado en ese muelle, luego de que aquel pez les diera la paliza de sus jóvenes vidas, por un inconveniente menor. Se sentía tranquilo ya que, solo su amigo estaba más destrozado que su simple grieta. En cambio a él, a su colega ya le faltaban piezas importantes en su cara y parte del brazo derecho. Dejo un poco de aire fuera de su sistema con tranquilidad, bajó su camiseta. Se muestra tranquilo ya que, nadie lo notaría hasta que lograra sanar por completo.