A veces cuando menos te lo esperas, las cosas ocurren. Llegando a tu vida sin siquiera esperarlo. Te golpea sin piedad y sin siquiera pensar si estás preparado para ese momento, en el qué cambiará todo .
Porque sabes que aquel acontecimiento cambiará todo, para bien o para mal pero tarde o temprano ese momento llegará.Y eso mismo lo descubriria Jungkook.
Ya había pasado una semana, y Jungkook ya se había ganado la confianza de Yuna y el rey así que podía subir a dejarle el desayuno al rey, cruzaban alguna palabras y Jungkook volvía a sus quehaceres, después volvía a la habitación a limpiar y Jungkook hablaba hasta por los codos, sacándole pequeñas sonrisas a Jimin, le contaba pequeñas historias de su niñez y como había sido su vivencia de vida debido a sus escasos recursos.
Jimin escuchaba, también reía y platicaba. Jungkook todos los días cocinaba algo distinto, también le llevaba porciones de postre, había descubierto que el rey tenía cierto gusto por la tarta de nuez así que trataba de hacerla cada dos días porque era un trabajo muy elaborado.
–Jungkook, hoy no atenderemos al rey.
-¿Que? ¿ Ocurrió algo malo?.
–No cariño, el rey entró en celo...para él es muy complicado así que lo dejaremos solo hasta que esto pase. Te recomiendo que no subas a la planta de arriba, mandaremos a los betas a que hagan tu trabajo.
-Esta bien.
Jungkook se sintió extraño durante el día, preocupado y ansioso. Así que llegando el anochecer decidío salir a dar una vuelta, pronto sería navidad y la noche estaba extrañamente estrellada, la Luna brillaba enorme en el cielo, blanca he inalcanzable. Se abrazó así mismo, el abrigo lo ayudaba pero aún así estaba frío. Mañana pediría permiso y visitaría a su mamá, no tenía muchas cosas que hacer así que no creía incomodar que saliera por unas horas.
Se sentó a la orilla de una fuente, el sonido del agua era calmante y le ayudó a pensar en algunas cosas, le gustaba estar aquí y ayudar con las cosas del castillo. Pero el motivo más grande era por el rey, le gustaba sus conversaciones con él aunque el rey solo escuchaba su perorata.
La mañana estaba fría, Jungkook ajusto el cuello de su abrigo en sus hombros para que el viento helado no entrara bajo su ropa. El día estaba frío y oscuro Yuna, le había dado dos días libres para visitar a su mamá, así que aprovecho de salir muy temprano para así aprovechar estos días junto a su pequeña familia.
Seguramente lloverá así que podría ayudar a su mamá a cargar la leña y haría galletas para su hermanita. Ya pronto se acercaría si cumpleaños planeaba hacer algo especial para ella ahora que contaba con un buen trabajo y no tenía tantos gastos aparte de ayudar a su madre, invitaría a sus amiguitos del pueblo.Jungkook volteo a ver el castillo una vez y suspiro ojalá que que el rey estuviera bien, extrañaba los pequeños momentos que estaba junto a el.
Pero no todo paso según lo planeado, Jungkook no espero que su celo también se adelantara, justo el día que tenía que volver al castillo su celo se presentó de manera inesperada. Jungkook sufrió 4 días de calor intenso, su madre lo ayudaba a soportar el insoportable dolor como lo hacía normalmente pero ella se sorprendió cuando muchas veces el nombre del rey Jimin salió de sus labios.
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-¿Cuando volverá Jungkook?-pregunto Jimin, cuando Yuna le entrego la bendeja con su almuerzo, Jimin estaba de pie en la pequeña sala de su habitación mirando fijamente el fuego de su chimenea.
-No lo sé cariño, llegó una nota de parte de su madre, Jungkook está en celo así que tardará unos días en volver.
Jimin no respondió nada y Yuna solo lo observó, Jimin llevaba dos días haciendo la misma pregunta cada vez que Yuna entraba. Yuna estaba con sentimientos encontrados. Por una vez en tanto tiempo Jimin estaba de mejor humor, los días con Jungkook aquí lograron lo que ellos no habían podido hacer, pero a la vez tenía miedo porque los días que Jungkook no había estado aquí el estado de ánimo de Jimin había empeorado.
Ojalá que Jungkook volviera pronto.Los días se habían vuelto monotonos, Jimin se había acostumbrado a las charlas a media mañana con Jungkook, viendo su sonrisa alegre que lograba calentar su corazón herido.
Jimin, no era ningún idiota. Sabía que clase de sentimientos estaba teniendo por Jungkook. Los había descubierto casi la primera semana dónde Jungkook se presentó en su recamara la primera mañana. Pero no podía hacer nada por ello. El dolor de su perdida era mayor a su encandilamiento por Jungkook...eso se había dicho los primeros días. Pero ahora todo había cambiado, sabía que no era nada de eso, quería a Jungkook, admiraba su bondad, su alegría y empeño. Era un Omega perseverante y hiperquinetico y eso hacía que su cariño aumentará aún más por el. Pero no era el momento de demostrar sus sentimientos.
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Cuando Jungkook llegó, Yuna casi celebro su llegada. La verdad es que Jimin había estado insoportable, más que antes ya que según ella parecía un pequeño niño cuando le quitaban su juguete favorito. Las constantes preguntas por Jungkook ya la tenían al borde del colapso nervioso.
Jungkook llegó temprano esa mañana para prepararle la tarta favorita de Jimin, para darle a su desayuno junto con un vaso grande de leche tibia. Sabía que eso mejoraría el humor del malhumorado rey.
Cuando todo estuvo listo Jungkook, preparo un plato con la tarta, la leche y un platillo con fruta fresca picada.
Yuna le decía que terminaría malcriado a Jimin y este solo sonreía porque eso quería, quería hacerlo sentir importante y mostrar lo que sentía. Sabía que el amor por el rey que descubrió mientras no estaba sería imposible. El rey era importante, una persona querida que sufrió por la perdida de su amor y su hijo mientras el era un simple Omega, hijo de una campesina modesta.
El rey jamás se fijaría en el.
Cuando Jungkook abrió la puerta del rey, esa mañana ambos se sonrieron y sintieron su corazón latir de manera desenfrenada. Marcando así una nueva historia
1 mes después y las cosas ya habían cambiado, la servidumbre casi cayó de trasero cuando vieron al rey bajar después de casi un año. Se veía más repuesto y se le veía por los jardines paseando y conversando con Jungkook, Yuna se alegró y empezó a sospechar de que el rey Jimin, había caído prendado por Jungkook.
Se les veía sonriendo a escondidas, el rey visitaba la cocina y veía a Jungkook hacer la famosa tarta de nuez que tanto adoraba el rey, sus miradas empezaban a cambiar.
Ya no eran simples miradas, ahora se veía un brillo especial en aquellos ojos surcados por la tristeza.Jungkook, era un ser puro y amable con todos. Eso seguramente fue llenando el alma y el corazón del Rey.
Jimin dejo de mirar por horas el retrato de su difunto esposo, los había amado a ambos a más no poder pero ya había llegado una nueva oportunidad, de la mano de un joven que le había devuelto la vida.
La sospecha de Yuna se vio confirmada cuando una noche de primavera, los vio besarse bajo un frondoso árbol en flor, abrazando a Jungkook cómo si fuera lo más preciado.
Esa noche vio a su rey reír, y brillar aún más que años atrás.Jungkook era su Héroe, salvó a Jimin de su propia Batalla, y a todos los demás al devolverle la tranquilidad a su rey y a su pueblo.
ahora esperaba ser testigo de su nueva historia de amor. Esperando que está sea llena de alegría y felicidad para ambos.
Fin
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Esperanza(Jikook)
FanfictionHasta en los momentos más oscuros encontrarás una pequeña luz. Historia propia Jikook