Cap. 5

233 15 10
                                    

— Dímelo tú. — Contraataqué y se acerca lentamente hacia mí. — ¿Qué hacías en mi cuarto?— Pregunté, obviamente sabiendo lo que hacía.

— Acostarme con mi novia.

— ¿¡NOVIA!? ¿¡Tienes novia!?— Grité y aparece por la puerta una chica con el pelo marrón despeinado. Me sonríe y sigo con la expresión seria.

— ¿Pasa algo, Lou?— Pregunta y voy hacia ella a paso firme y retrocede unos pasos cuando estoy a centímetros de ella.

— Fuera de aquí.— Le digo y coje su bolso del sofá.

— Harry, déjala, ella no...

— ¡Cállate! — Grito interumpiéndole y ella sale por la puerta.

Cojo la lámpara de la mesa y la tiro al suelo junto a un montón de revistas y papeles. Me siento en el sofá derrotado y hundido, me tapo la cara y noto la presencia de Louis al lado mio.

— ¿Cómo se llama?— Pregunto y él suspira.

— Eleanor. — Responde y es el peor nombre que he escuchado en mi vida. — Tú también tienes muchas cosas que contarme.

— ¿Que te entrometiste en mi vida?— Pregunto sarcástico y me aparto las manos de la cara para ver sus ojos celestes, los que tanto me encantan ver una y otra vez.

— Sabes que quería saberlo. — Responde obvio y ruedo los ojos. —Pero nunca me imaginé que eras un famoso cantante y que te amaban zorras a las que llamas "fans" — Hizo comillas con los dedos y me fastidió mucho su tono sarcástico.

— Son Harryers, y las amo.— Digo orgulloso y sonrío al recordar el nombre que pusieron a su fandom. Louis me mira confuso y pone los ojos en blanco.

— ¿Por qué te molestó tanto que estuviese con mi novia?— Lo recuerdo y se me borra la sonrisa.

— Estabais en mi puta cama.— Respondo enfurecido, claramente no me enfadé por eso pero no quiero decírselo.

— ¿Qué te dije de las palabrotas?— Me pregunta divertido y me cabreo aún mas. Estamos hablando de un tema serio y me viene con esto. ¿Me está vacilando? ¿Tiene doble personalidad o algo?

— Lou, basta.— Pone sus manos a cada lado de mis caderas y sólo tengo que moverme unos milímetros para poder besarle. — Lou...— Murmuro sobre sus labios, se acerca un poco más y los roza con los míos. Siento electricidad en nuestro roce. Me está utilizando, lo sé. Pero no puedo evitar observar sus profundos ojos delante mio. —¡No, Louis!— Le aparto y me levanto. —¿¡Qué te pasa!?

— No sabes lo que produces en mí.— Sus palabras me hacen relajar mis músculos y acelerar mi corazón. Quiero besarle ahora mismo pero el orgullo es más grande que mi afecto por él.

— ¿Qué produzco en tí? Dímelo.— Pregunto pensando que es una de sus bromas, me mira serio y veo en sus ojos que no es una broma.

— Produces tantas cosas que no sabría decírtelo.— Hace una pausa — Sólo quiero estar a tu lado, siento un cosquilleo en mi estómago y no puedo evitar hacerte reír para ver tu brillante sonrisa.— Me quedo sin habla y meto mis manos en los bolsillos de mis vaqueros negros.

— ¿Como... amistad?— Pregunto sin saber muy bien lo que quiero que conteste. Observa sus manos entrelazadas sobre sus piernas unos segundos y luego me mira a mí. Separa sus labios y se escapa un suave suspiro de su boca.

— No lo sé.— Niega con la cabeza y se levanta para abrazarme. Rodea sus brazos por mi cintura fuertemente y yo hago lo mismo.

Tengo miedo de pedirle más que amistad.

[...]

A lo largo del día y de los siguientes nos comportamos como dos simples amigos, pero no podía evitar verle de otra forma.

Me levanto de la cama, solo. Hecho de menos cuando estaba Louis abrazándome, sólo fue una vez pero quiero repetirlo. Voy hacia la cocina y no hay rastro de mi sexy amigo. No pienses eso, Harry... Cojo un vaso de leche y empiezo a beber.

— Buenos días.— Dice abriendo la puerta de su cuarto mientras bosteza. Lleva un pantalón de seda largo, una camiseta corta y pies descalzos igual que yo. —¿Qué hay de desayuno?— Pregunta y abre la nevera detrás mío.

— Leche y galletas.— Abre todos los armarios rápidamente busacndo las galletas, me mira extrañado al no encontrarlas y señalo la mesa donde están las galletas.

— ¡¡Galletas!!— Grita y empieza a comer desesperadamente. Bebo de mi vaso de leche y Louis me mira sonriendo.

— ¿Qué?— Pregunto dejando el vaso de nuevo en la mesa.

— Nada.— Coje otra galleta y niega con la cabeza. — Te queda un poco de leche en los labios— Sonríe y me limpio con la palma de la mano.

— Tómate tus galletas.— Digo riendo y él hace lo mismo.

Me encanta su risa.

Me voy a duchar y como siempre, canto alguna de mis canciones. Salgo después de 10 minutos con mis rizos mojados. No soy de los que salen con una toalla, me pongo el pantalón de seda y la camiseta de antes. Veo a Louis en el sofá y me sonríe.

— Cantas bien.— Dice y me río levemente. Ya sé que canto bien, tengo 3 discos de oro por favor.

— Gracias.— Me siento al lado de él para ver la tele.

— Yo sólo se tocar un poco la guitarra.

Eso me hizo pensar. ¿Y si hago un dueto con Louis? Aunque sólo toque la guitarra será más que mi piano.

Suena mi móvil y lo cojo.

—¿Si?— Pregunto.

— ¡¡Harry, como no vuelvas a Londres y compongas algo te juro que...!!

— ¡Tranquilo, tranquilo! Llegaré allí lo antes posible.— Miro a Louis y suspiro. — He encontrado un compañero para mis canciones.

— ¿¡Quién es!?— Grita haciendo que separe el móvil de mi oreja.

— Tranquilo, ya lo sabrás.— Cuelgo y sonrío al pensar en Louis como mi compañero.

[...]

Son las 17:00 p.m. y durante la comida he estado pensando en la letra de las canciones. Veo a Louis que está con su móvil en una mano y en la otra una galleta.

Me acerco a él.

— Lou...— Le llamo y se gira para verme.

— Hey, tienes que escuchar esto.— Me manda un mensaje con un audio y lo descargo. — Es Ed Sheeran. Es buenísimo.— Yo asiento y vuelvo a mi cuarto.

Escucho la canción y es un poco triste.

Me hace recordar cuando iba solo a los conciertos, cuando no tenía a nadie a parte de mi mánager histérico. Me quedo dormido con los auriculares puestos.

[...]

— Harry.— Me susurra y abro los ojos lentamente.

— ¿Lou? ¿Qué hora es?— Pregunto y observo que está encima mio, con las piernas a cada lado de mis caderas y su nariz roza la mia.

— Las 10 de la noche.

— ¿He dormido 5 horas?— Pregunto y él asiente sonriendo.

— 5 horas y media.— Dice mirando su reloj. Recuerdo lo de Londres y mis labios hablan por sí solos.

— Lou, tengo que decirte algo...

— No, Harry. Yo tengo que decirte algo.— Antes de que pueda contestar se acerca a mí y me besa. Un beso en los labios, nunca me ha besado y no puedo evitar seguirle el juego.

No puedo seguir con él como amigo.

My Little Friend [Larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora