Seven

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Zhan miraba a su león, sabía lo que venía a continuación desde que vio que el castaño sacaba de la bolsita una pequeña cajita. Las lágrimas comenzaron a caer, recordando que se conocieron con un simple tropiezo en la facultad de Yibo y ahora ambos estaban viviendo felices este momento. Su forma de tratarlo era lo mejor para Zhan, sin duda era muy cómodo estar con Yibo, siempre lo trato como es, como hombre, que no confundió que por ser el de abajo se le tenía que tratar con delicadeza y proteger, sino que le dio seguridad y confianza. Yibo era lo mejor que la vida le pudo regalar.

- Zhan, eres la luz que iluminó mi mundo, me ayudaste a levantarme cuando más lo necesitaba. Cuando creí que era un río seco, viniste a crear una inundación. Bebiste de mí cuando estaba tan sediento. Pusiste tus alas sobre mí, cuando estaba tan pesado. Me haces sentir tan ebrio y drogado. Eres mi ángel enviado desde el cielo, te siento fluyendo por mi sangre. La vida es como una bebida y tu amor está presente, hacen salir las estrellas. Tu amor es como mi droga y quiero seguir drogado por ti. Eres mi compañero, mi amigo, mi enamorado, mi novio y mi amante, pero falta una definición más - Yibo dio dos pasos al frente y se arrodilló - Xiao Zhan, ¿Quieres ser mi esposo? - extendió la cajita hacia el pelinegro y la abrió.

Zhan cerró sus ojos. No podía creerlo, nunca olvidará como encontró emocionalmente a Yibo, vio como hace 2 años atrás le rompían el corazón. Él quería seguir siendo la razón de Wang Yibo, quería seguir siendo su ángel.

Las emociones lo abrumaron tanto, que no estaba seguro de poder articular palabra alguna, así que cerró los ojos e inhaló todo el aire que pudo. La felicidad era inmensa - ¡Acepto! - abrió los ojos llenos de lágrimas, mostró una sonrisa y extendió su mano izquierda. Movió sus dedos - Si quiero ser tu esposo Wang Yibo -

El mencionado se levantó e inmediatamente tomó a Zhan de la cintura y lo alzo dándole vueltas mientras lo besaba. Los presentes gritaron, vitorearon y aplaudieron. Se respiraba amor por toda la casa, todos felices y sonriendo, las madres de ambos con lágrimas en los ojos eran consoladas por sus esposos, quienes luego de calmarse se saludaron, dándose la bienvenida a la familia.

- Mis colores favoritos - Zhan miraba embelesado su anillo de compromiso.

- Lo sé - se volvieron a besar.

Zhan veía este momento muy lejano, nunca antes había tenido en mente casarse, pero desde que Yibo entró a su vida, pudo entender el sentimiento de querer pasar la vida entera junto a alguien más. Todo estaba siendo perfecto, todo siempre fue perfecto junto a él.

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- Estuvo riquísima la comida - La señora Xiao elogió al mayordomo junto a la cocinera principal.

- Sí, definitivamente deliciosa - agregó Haikuan

- Y entonces, ¿para cuándo la boda? - Preguntó Lusi

- Bueno... Yo pensaba que fuera a finales de año, que acabemos el semestre. - contestó Yibo mirando a su amor

- ¿No es muy pronto? - preguntó el señor Xiao mientras movía la copa en su mano.

- Ustedes sigan con sus planes, no le hagas caso a tu suegro - comentó la señora Xiao ganándose la risa de todos.

- Hijo, eso debes consultarlo con A-Zhan - habló la señora Wang

- Por mí, el mes siguiente - intervino Xiao Zhan, frotando el brazo de Yibo con la mano libre ya que tenían la otra mano entrelazada.

- No, no, no. Están locos. Eso lo tenemos que planear con tiempo - intervino ahora la señora Xiao y la señora Wang asintió a favor de ella.

¿Cómo ser ̶u̶̶n̶̶a̶ ̶d̶̶i̶̶o̶̶s̶̶a̶... Un dios del sexo oral? - γιzнαиDonde viven las historias. Descúbrelo ahora