Existe una leyenda, detrás de la cual hay una historia de amor.
Entre dos balcones....
El hermoso Jungkook era un joven adinerado, que vivía con su padre y una dama de compañía, llamada Yuqi.
Jungkook tenía prohibido enamorarse de alguien de clase baja, pero esto no fue impedimento cuando conoció a Taehyung, un minero de quien se enamoró perdidamente, empezando ambos a verse a escondidas en la Iglesia.
-Taehyung, Kim Taehyung, dueño de mi corazón.
Decía Jungkook. El otro joven, encantado con la dulce voz de su amado, lo estrechaba entre sus brazos hasta que pudieran sentir los latidos del contrario.
Su felicidad se vio interrumpida el día que el padre de Jungkook los descubrió en medio de un inocente beso.
Lo primero que el señor Jeon hizo, fue encerrar a su hijo en la casa, seguido de amenazarlo de casarlo con un viejo rico en otro país.
Pero Jungkook no iba a permitir eso, claro que no, él amaba a Taehyung.Más de lo que podría imaginar.
Por lo que, por medio de una carta que le hizo llegar a Taehyung con ayuda de Yuqi, le explicó las intenciones de su padre.
Taehyung, desesperado de no poder volver a ver a Jungkook, vio como un verdadero milagro la oportunidad de estar con él otra vez, pues frente al balcón del dueño de sus suspiros, había otro balcón, que con sólo estirar sus brazos podrían tocarse. Así que invirtió los ahorros de su vida para comprar la casa de dicho balcón, incluso a un precio más alto de su valor, todo sea por el hombre que amaba.
Taehyung y Jungkook volvieron a sonreír otra vez, pues estaban juntos.
Como debía ser.
Cada noche, bajo la tenue y delicada luz de la luna, ambos tórtolos salían a sus balcones para jurarse amor eterno, y después sellar esa promesa con un profundo beso de amor.
-Jungkook, Jeon Jungkook. -mencionó, mientras lograba captar la mirada del otro, llena de brillo, llena de amor- Ésta noche, bajo la luz de la luna, ésta noche, en la que la luna y estrellas son nuestros únicos testigos, te prometo mi corazón siempre será tuyo. Sin importar si las estrellas pierden su brillo o si la Tierra deja de girar, mi amor será siempre tuyo, nada más.
Todo era tan perfecto, tan feliz. Tanto, que su amor hasta a las flores hacía sonreír.
Pero toda esa felicidad no duraría para siempre.
Pues una noche, mientras los enamorados se besaban bajo la luz de la luna, el padre de Jungkook entró a su habitación, después de haber aventado a Yuqi, quien había intentado detenerlo.
En medio de gritos de ira, el señor Jeon enloquecido, apuñaló con una daga el pecho de su hijo.
Esa noche murió Jungkook, aún sosteniendo la mano de Taehyung.
Sin nada que pudiera hacer, con el corazón destrozado, Taehyung se despidió del hombre que amaba, besando su mano helada.
Pasaron los días y Taehyung decidió que no quería vivir una vida sin Jungkook.
-Jungkook, mi Jungkook, pocos días han pasado y me he dado cuenta de que no quiero una vida sin ti. -decía a su amado donde quiera que estuviera, sabía que lo estaba escuchando- la luna, las estrellas, incluso las flores, todo me recuerda a ti, y me desgarra por dentro el saber que no te volveré a ver, que ya no puedo besarte ni abrazarte. Pasaste de ser una pequeña parte de mi vida a serlo todo en ella, que ahora no soporto el que no estés aquí. Amado Jungkook, es por eso que no quiero una vida sin ti.
Así que una melancólica noche, al no soportar más el martirio de no tener a su ser amado, Kim Taehyung se suicidó.
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Callejón del beso || TK
Romance"Sin nada que pudiera hacer, con el corazón destrozado, se despidió del hombre que amaba, besando su mano helada".