Humano Ingenuo

Desde que encontró al ingenuo perfecto no hacía nada más que observarlo trabajar. Observaba cada uno de sus movimientos, sus cálculos y su forma de pensar. Cada vez que realizaba alguna acción, sabía que había escogido bien al ingenuo.

Un minúsculo ruido al otro extremo de la habitación lo hizo recordar que Stanford no se encontraba solo. Un par de metros frente a él estaba Fiddleford Mcgucket, quien reparaba un pequeño artefacto y prototipo del portal que había fallado.

Al parecer de Bill, ese sujeto se veía cansado. Al volver a posar su vista en Stanford opino lo mismo. Llevaban varios días sin dormir, se alimentaban mal o muy poco y por encima de todo no descansaban.

La verdad no le importaba en lo más mínimo si esos humanos se mataban trabajando. Mientras puedan construir su entrada a ese mundo. Tampoco tenía tanta prisa en que el portal funcionara. Llevaba cientos de años esperando, podía esperar otro poco.

Bill se acomodo ligeramente hacia atrás en su espacio flotante y siguió observando a Stanford. A pesar de lo que opinaba hacia el bienestar de la salud de ambos humanos, le daba crédito a Ford por la pasión que tiene por ese proyecto. Podía estar horas y horas observándolo. Le gustaba observarlo.-Es tan ingenuo e inocente.- se dijo a sí mismo en un tono calculador, pero al ver lo cansado que se veía casi al punto en que estaba por desmayarse, Bill dejo de lado su postura ambiciosa. Ford no se desmayo, simplemente continuo con su trabajo. Esa falsa alarma para el triangulo lo hizo inclinarse hacia delante. Luego de eso, se volvió a su posición anterior seguido de un suspiro. Sabía que no era la hora de morir de Stanford, pero aun así se preocupo. Realmente admiraba a ese humano por su entusiasmo, pero hasta a veces él creía que era inhumano su forma de hacer las cosas.-"Es tan trabajador".- Si tuviera boca, estaría seguro que estaría sonriendo, al momento de sentirlo de inmediato sacudió la cabeza. -Solo era un subordinado y nada mas.- volvió a dar otra pequeña mirada. Vio como Stanford escribía deprisa y con letra muy poco legible. Luego tomaba otras anotaciones. Bill llevaba mucho tiempo analizándolo para saber que Ford había acertado en una formula y no quería que se le escapara. -Aunque es diferente a los otros que había tenido antes.-La verdad, él era más rápido que cualquiera que haya conocido.- Si... era el más inteligente...- dijo sin pensarlo, pero rápidamente se autocorrigió.-... y el más ingenuo.

Luego de horas y horas de trabajo, Bill noto que Stanford -después de resolver su ecuación- se detenía en su trabajo y levantaba la vista repetidas veces para ver a su compañero para luego seguir trabajando.

Ese patrón se repitió hasta que Mcgucket se levanto de su asiento. Se aproximo a un mueble que en la parte de arriba tenía una caja con piezas. Tomo una silla y se subió a ella para alcanzar la caja. Antes de acercar sus manos a las piezas las uso para hacer equilibrio, ya que la silla se tambaleaba de un lado a otro.

-¿Quieres que la sostenga?-le pregunto Ford levantándose y poniendo toda la atención en su amigo en vez de sus papeles con cálculos.

-No te preocupes, está bien.-le responde bajando la guardia provocando que la silla se tambalee aun mas. Stan se aproxima para sostenerlo, sin embargo Fiddleford cae junto a él.
Ambos hombres se quejaban por lo bajo.-¿Estás bien? - pregunto Ford a su amigo que estaba junto a él en el suelo.

-Sí, un poco...Auch...-dijo sentándose.

-Creo que deberíamos descansar un poco.- dijo Stanford.- no recuerdo cuando fue la última vez que dormimos.- dijo en tono de broma, pero volvió a hablar en su tono normal.- la verdad, ni siquiera sé que día es...

Mcgucket rio por lo bajo por su comentario y se sentó cómodamente en el suelo.- Creo que no nos veíamos tan mal desde la universidad. Incluso ahí nuestros proyectos eran de lo más raros y nos esforzaban más que cualquiera...-dijo recordando con nostalgia.-... pero creo que esto ya es demasiado.