Al filo de los 18

VI: LA FIESTA DE PIJAMAS

Ayer todo fue muy raro. Supongo que ya os acordáis de todo. Aún creo que es un sueño. Pero da igual tengo que centrarme en mis estudios y olvidar todas esas tonterías.

-Alex, sal ya del baño que me toca a mí. Llevas media hora dentro.
-Ya voy pesada.
-Venga que mis amigas están a punto de llegar.
-Todo tuyo.
-Gracias.- Entonces Gabriel entró y cerró la puerta- ¿Pero qué haces? Me toca a mí.
-Que pena, he entrado antes- dice desde dentro.
-Sal ya, que esta no es tu casa y aquí estoy yo al mando.
-Esta bien ya voy.
-Idiota.
-Adiooss- dice con una sonrisa traviesa en la cara.
-Por fin.

Ding dong- Ya han llegado mis amigas.

-Hannah
-Chicas. Que bien que hayais venido. Os tengo que contar lo que me pasó ayer por la noche. Mi vida ha cambiado por completo.
Todo empezó en Nochevieja. Recibí la llamada de un chico desconocido diciéndome que por la mañana me llevaría un paquete y después colgó. Así que yo me esperaba que fuera una broma. Pero al día siguiente tocaron a la puerta, miré por el agujero y solo había una caja. La cogí y había una pulsera y una tarjeta de felicitación que decía que un coche me iba a recoger por la noche para una quedada. Que no tuviera miedo que no era nada malo, y que fuese sola. Acepté pero solo por curiosidad, ¿y, a qué no sabéis qué? Resulta que un chico de Londres que se llama Gabriel se queda en mi casa y mis padres ya lo sabe. En fin que este año va a ser un infierno.

-Joder tía y ¿no puedes hacer nada?-Dice Ariana.
-Que va.
-Pues vaya. Pero bueno, la pregunta es, ¿te parece guapo?-Dice Daniella.
-Bueno un poco pero bah, paso de esas tonterías lo importante es que tengo que ir con el expediente perfecto a la Universidad de Yale y no se puede ir con un buen expediente pensando en esas cosas. Mi prioridad son los estudios, así mis padres estarán orgullosos de mi.
-Pareces una empollona hablando así.
-Y lo dices tú Daniella que te pusiste a llorar una vez porque la profesora de literatura no te dejaba quedarte en la biblioteca a estudiar.
-Eso no vale, teníamos ocho años.
-Pero hay que admitir que fue gracioso.
-Vale tenéis razón fue gracioso.
-Bueno chicas,¿vemos una peli?
-¿Cuál?
-¿Harry Potter?
-Valee.