Capítulo 3: El perdón

53 4 0
                                    

Después de recapacitar, decidí pedirle perdón a la rompe bolas de Bioletta, porque me sentía mal conmigo misma. Mi plan era ir hasta su casa, mejor dicho mansión, tocarle timbre, y decirle "Eu, o me perdonás o te quemo todo." Era un plan infalible, pensaba mientras caminaba hacia la residencia Castillo.


*50 pensamientos boludos después*


Al fin llego, estoy chivando como cerdo en bicicleta fija. Toco el timbre, y después de esperar cuarenta y cinco horas y media, sale un viejo con pinta de patovica que me pregunta si soy ____, la "amiguita" de Bilu. Obviamente le contesto que si, me tengo que ganar la confianza del futuro suegro. Qué digo suegro si solamente la quiero para cojer, porque tiene una cara de atropellada...

Bueno, el viejo sorete me dejó pasar a la habitación de Bioletta. Toco la puerta y me abre la conchuda con una cara de violadora serial que me asusta.


-Che, perdoname por sacarte el diente, después te pago un odontólogo, pero te voy avisando que no tengo guita.


-Bueno, pero que no sea uno berreta.


-No, ponele.


De repente la negra mugrienta se me tira encima y me abraza. AY NO, ESTOY RE CHIVADA. Soy Heidi. Soy un asco, me tendría que bañar al menos una vez por semana, pero es que el agua no llega hasta mi barrio, y la Kristi no hace nada para solucionarlo, que vieja puta.


-Che, me parece que te abandonó el desodorante.


-Si boluda, si me caminé treinta cuadras para venir a lamerte el culo.


-¡Ay que mona!


-Bueno cojamos.


Bueno estábamos chapando y entonces alguien abre la puerta. El viejo choto con cara de espanto.


------------------------------------

Chan chan chan... ¿Ke pazara kon _____? ¿Ke ará el padre de Bilu? ¿Kómo reatzionará Bilu?

¡Loca por Bioletta! - Bioletta y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora