"liberame"

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Un rubio muy despechado con si mismo por no poder hacer nada para salir de la situación en la que se encontraba actualmente hundido en sábanas y almohadas, un nido fue lo que hizo, en el se sentía protegido de aquel individuo que lo tenía encerrado en dicha habitación. Se preguntaba el porqué de su encierro, que es lo que hizo mal para que le sucediera eso, quería saberlo más que nadie y lo único en lo que pudo pensar fue en saber más, decidió hablar con Saeran, se acercó a la puerta y lentamente intento abrirla olvidando por completo que se encontraba cerrado bajo llave y en un impulso de estupidez gritó el nombre de este, rápidamente se escucho el picaporte de la puerta avisando así la entrada del de mechas rosas algo asustado por el repentino gritó del rubio.

-que pasa!? estas bien!?- dijo al abrir abruptamente la puerta del cuarto.

-eh, yo yo, estoy aburrido, puedes hablar conmigo por un rato?- preguntó el rubio con algo de temor en sus palabras. El de mechas rosas asintió y con una sonrisa de satisfacción en el rostro, se acercó al rubio y cuando iba a sentarse en la cama donde estaba el nido del omega este le impidió el paso, este e tendió rápidamente que se trataba del nido del omega, se alejó del sitio, tomó una silla que se encontraba ahí y se sentó en esta. -lo- lo siento pero...

-esta bien no te preocupes lo entiendo, y dime de que quieres hablar?- Con algo de miedo y con la voz a punto de quebrarse abrió la boca para hablar.

-po...por que me tienes aquí?- preguntó con mucha dificultad. Con algo de miedo y temblando levantó la cara para ver al que tenía al frente, este se sorprendió al ver lágrimas los ojos del susodicho.

-yoosung... lo siento, lo siento, lo siento, no puedo controlarlo, el tiene el poder de mi cuerpo, tienes que irte de aquí, rápido toma todo y vete, ¡¡rápido!!- el rubio asustado de lo que pasaba tomó sus zapatillas pero se detuvo al ver al de mechas rosas intentando soportar y controlando a quien se hallaba en su interior. El rubio quería huir del lugar pero le fue imposible, y aun que este lo encerrara, en ningún momento lo trato mal. Decidió quedarse con el, pero esta vez no sería un secuestro y trataría de comprender lo que le sucedía.

-saeran... no voy a irme, pero necesito que me digas que es lo que pasa, quiero ayudarte...- el de mechas rosas quedó atónito por las palabras del rubio, sus lágrimas cesaron y asintió avergonzado, se disculpó de nuevo con el rubio y lo dejo ir, quería entregarse por lo que había hecho, el rubio aun estaba atemorizado pero lo detuvo, en ningún momento le hizo daño, y pensó, ''el cuido de mi'' lo mantuvo encerrado todo ese tiempo, pero solo necesitaba ayuda y decidió que juntos podían superar la situación al decírselo al de mechas rosas este sonrió tiernamente, avisando así que no se trataba de su otro yo ambos salieron del apartamento, pero antes de salir el de mechas rosas sonrió satisfecho junto al rubio. 

....

En otro lado se encontraban dos chicos inmovilizados uno encima de otro, uno muy ruborizado y el otro con los ojos muy abiertos sorprendido por las acciones del albino. Si el albino se movía podría hacer que sus labios se tocasen y no quería volver a besar al pelinegro. Pero al estar tan cerca de este y ver sus labios se dio cuenta de que eran carnosos y muy bellos, observo su ojos negros y al darse cuenta como veía al pelinegro este lo aparto de encima.

-que se supone que haces? te gusto o que?- rio el pelinegro colocándose la ropa de nuevo.

-que demonios!! no me gustan los idiotas como tu.

-te quedaste mirando mucho, acaso te gusta ver a las personas desnudas, que bajo has caído.

-no es eso... solo es que recordé algo desagradable.- dijo rascándose la cabeza suavemente.

-a si? y que es lo que recordaste? si es algo vergonzoso quiero saber.- rio juguetón cruzándose de brazos.

-eso no te incumbe imbécil, si terminaste sígueme no quiero seguir peleando contigo.- dijo tomando un abrigo, ambos salieron del apartamento, el albino muy furioso y el pelinegro sonriendo satisfecho de haberse burlado del contrario. Caminaron por un momento hasta que el pelinegro decidió romper el silencio.

-a donde vamos?- preguntó ya cansado de caminar tanto.

-ya estamos cerca solo espera un poco.- respondió con un tono alzado casi furioso por la lentitud en la que caminaba el pelinegro.

-por que no trajimos a mi chofer?- pregunto el pelinegro fastidiado por la respuesta del albino.

-solo cállate, mira ya llegamos ya deja de quejarte.- tomo de la mano al pelinegro y lo adentró al bar, había música fuerte y personas platicando por todos lados.

-los lugares a los que van los pobres son interesantes...- dijo mientras era jalado por el albino, y aun que se reusaba entrar no ponía fuerza para zafarse del albino.

-pobre? que te crees? la persona mas rica de corea?

-no me creo, lo soy.

-eres tan molesto, pero se que te gustara, ven vamos a beber.

-no quiero ingerir nada que no me de seguridad, puede estar envenenado.

-no seas clasista, mira lo beberé yo primero, ¿te da mas seguridad así?

-déjame pensar... no, creo que los pobres son inmunes al veneno así que no puedo confiar en ti. 

-enserio eres molesto.- dijo tomando la cerveza frente a el y dándole un gran sorbo. -esto es delicioso, no entiendo por que eres así.- el pelinegro algo cansado de las palabras del albino le arrebató la cerveza y la tomo toda, el albino quedo atónito ante la acción del pelinegro y luego sonrió y pidió mas cerveza para seguir bebiendo junto al pelinegro.

Después de un rato Jumin estaba ya algo ebrio, lo cual no era el caso del Zen, Zen era un muy buen bebedor y le era difícil quedar ebrio, Jumin ya mareado por beber demasiado alcohol quiso salir a tomar un poco de aire pero al intentar salir de aquel bar no se dio cuenta de que choco con alguien conocido, se trataba de Jihyun quien se encontraba con Rika, al ver tal escena salió de ahí apresurado, Jihyun se dio cuenta del quien se trataba pero no podía dejar sola a la chica que lo acompañaba así que decidió ignorarlo, Jumin no volvía así que zen algo preocupado salió a buscarlo, al salir se dio cuenta que se encontraba llorando como aquella vez, quiso evitarlo para no repetir lo de la otra noche, pero no podía así que se acerco a el he intento llevarlo consigo, era pesado pero pudo levantarlo, llamó a un taxi, al intentar dejar al pelinegro en el auto este no quiso soltarse del albino así que decidió ir con el.

-oye idiota, despierta y sueltame, dime donde esta tu casa.

-no quiedo ir ahi, mi madre me cashtigara. (habla así por que esta ebrio)

-¡entonces en donde demonios quieres que te deje!

-llévame contigo, no quiero eshtar solo.- decía mientras lloraba y hundía la cabeza en el pecho del albino.

-¡¿oye que demonios?!- dijo y suspiro, no podía apartarlo así que decidió levarlo a su casa. Bajaron del taxi, entraron al apartamento, lo dejo en su cama y cuando iba a irse el pelinegro jalo de su camisa haciendo que este perdiera el equilibrio, cayendo en la cama con el pelinegro, no podía moverse, vio los labios del contrario con deseo bajaba la mirada poco a poco, veía como sus pezones se marcaban en la camisa, se acercó poco a poco pero el pelinegro abrió los ojos y el albino se alejó rápidamente de este, pero el pelinegro lo tomo por el cuello lo acerco a el y unió sus labios en un apasionado beso el cual el albino siguió, sus lenguas se entrelazaban, por  el calor del momento lentamente el albino comenzó a quitarse la camisa mientras seguía besando al que tenia debajo, el pelinegro desabrochó su camisa y el albino por intuición se la arrebató y bajó lentamente por su cuello y llego a su torso, gemidos de placer salían del pelinegro, el albino lamia y mordía los pezones de este, -estas seguro de esto? no me detendré después de esto.

-hazlo- dijo entre jadeos y atrajo al albino para poder besarlo.

Continuará...

"Mi único omega"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora