—Él será tu futuro alfa.
Park Jimin tenía dieciséis años cuando sus padres le llevaron a casa de los Jeon.
Desde pequeño, él sabía que sus padres se habían gastado la vida en buscarle a un alfa que cuidase de su persona. Su madre, le había enseñado desde la infancia como debía comportarse, vestir y actuar para un alfa. Debía ser servicial, sumiso, amable, y probablemente, la palabra única para definirlo, sería, que debía ser lindo. Sin más ni menos. Para Park Jimin aquello no había tenido sentido. No le agradaba ser lindo, siquiera se consideraba un omega lindo.
Pero así debían ser las cosas.
Las reglas eran las reglas, y él debía obedecer. Cada omega debía estar enlazado a un alfa cuando se presentase como tal. Cuando su primer celo arribase, él ya debía tener a quien sería su pareja, para que este le cuidase y se encargara de marcarlo. Se ahorraría el ser un rechazado, un paria, un omega de aquellos que nadie quería en la sociedad.
Era simple. Por ser omega, no eras reconocido como persona, a menos claro, que tuvieras a un alfa a tu lado. Por eso cuando su primera prueba de naturaleza llegó, Jimin había deseado con toda su alma resultar un beta. Sí, un beta como Taemin. Todo sería más fácil si fuese un simple ser humano sin lobo, aroma, ni instintos. Pero ni Dios Lobo ni la Diosa Luna lo quisieron así. Resultó ser lo que era y ya. Desde hacía tiempo se había resignado a su naturaleza, y por supuesto, a aprender a ser el mejor omega para complacer a su futuro alfa.
Y mirando al chico frente a él, quizá la idea ya no le desagradaba tanto. Jeon Jungkook era atractivo, con esa larga melena negra y aquel pequeño piercing sobresaliendo en una de sus cejas. Su aroma a brisa marina con toques cítricos era bastante atractivo.
Park se atrevió a extender la diestra para poder saludar al joven delante de sí, mientras sus labios se curvaban en una tímida sonrisa. El alfa frente a él le devolvió el gesto de inmediato, tomando con delicadeza su mano para poder dejar un suave beso en el dorso de esta. El calor subió rápidamente por las mejillas del de cabello rosa, obligándose a cubrirse el rostro con su pequeña mano izquierda. Cuando Jungkook le soltó, Jimin no pudo hacer más que bajar la mirada y morderse el labio inferior con fuerza.
—Hemos hecho los arreglos necesarios —habló el padre del omega mientras extendía la diestra hacia Jeon, buscando el saludo del alfa menor—. Jimin estará en el colegio de Jungkook desde mañana. Su celo está próximo. Lo mejor es mantenerlos lo más cercanos posible.
Hasta ese momento, Jimin se había mantenido en colegios especiales para omega, donde no corría ni un riesgo verdadero de ser pretendido por un alfa al que no quisiera. Pero eso solo duraba hasta antes de los dieciséis. Después de su presentación y primer celo, los omegas que no eran marcados, no tenían futuro, al menos no más que el que sus padres se esforzaran por construir. Si a Jimin le preguntaran sobre eso, diría que era una verdadera porquería.
Pero él no debía preocuparse. Sus padres habían conseguido una unión en tiempo y forma, y él, podría continuar estudiando, incluso, podría darse el lujo de quizá, poder tener una carrera universitaria. Bueno, siempre y cuando su alfa se lo permitiera. Pero por lo que le habían dicho sus padres de los Jeon, estaba completamente seguro que su futuro sería llevadero. Porque no, no podía añadir la palabra felicidad a su vida, no cuando se trataba de hacer algo que ni siquiera él mismo había decidido por su cuenta. Pero así eran las cosas, ser omega apestaba, y no podía hacer más que obedecer.
—Jimin.
La voz de Jungkook le sacó de sus pensamientos, logrando que el omega elevara el rostro y contemplase la bella expresión que el alfa tenía marcada en su faz. Su lobo aulló desde el fondo de su pecho, moviendo la cola y revolcándose de felicidad. Jimin no pudo hacer más que reprender mentalmente a su naturaleza antes de asentir con suavidad.
—¿Cómo te gustaría que te llame? —Cuestionó el de cabello negro mientras mantenía esa pequeña sonrisa en sus labios, mostrando sus perfectos dientes blancos debajo de estos.
—Jimin está bien —murmuró el pelirrosa mientras acomodaba uno de los mechones detrás de su oreja, bastante más tímido de lo que realmente le hubiese gustado. Porque la presencia del lobo de Jeon Jungkook era imponente, y aquello era decir poco.
Y quizá, había sido por ello que el de cabello negro simplemente le había sujetado con suavidad de la mano, halándole lejos de la plática que sus padres llevaban a cabo en el lugar. De cualquier manera, la casa de los Jeon era lo suficientemente grande como para tener un amplio jardín, lleno de bonitos girasoles adornando las jardineras dispuestas en los laterales.
Jimin simplemente contempló el paisaje, sonriendo alegremente por el suave aroma a omega que se hallaba impregnado en el lugar. Seguramente, aquel jardín tan bonito, debía ser obra de la mamá de Jungkook.
—Esto me puede incomodar tanto como a ti —murmuró el de cabello negro mientras se detenía cerca del primer escalón que daba al jardín—. Así que tratemos de llevarlo lo mejor que se pueda, ¿de acuerdo?
Park se había quedado anclado a su lugar, sin poder procesar del todo las palabras que le dirigía Jungkook. Lo cierto era, que esperaba que de alguna manera, aquel alfa fuese como los muchos otros con los que ya se había topado en su vida: dominante, altanero, vulgar. No esperaba un ser amable que buscase comprender sus sentimientos, ni mucho menos, hacerlo sentir cómodo. Definitivamente, su lobo había vuelto a revoletear desde su pecho, anhelando el contacto con la piel de aquel joven.
Fue hasta el segundo en que el pelirrosa extendió con cuidado la diestra, que acabó por perder el aliento: Jeon le había sujetado con suavidad nuevamente, entrelazando los dedos de ambos con un suave apretón.
Jimin era feliz. Muy feliz. Nunca en toda su existencia se había sentido tan afortunado de tener a alguien como Jeon Jungkook en su vida.
Pero probablemente, más tarde la vida le habría de enseñar, que no todas las personas son lo que aparentan.
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He used to be my omega | Kookmin
Fanfiction➤ Él será tu futuro alfa. Para Park Jimin, el día en que fue presentado ante Jeon Jungkook como su futuro omega, fue sumamente feliz. Jeon Jungkook parecía ser un alfa comprensivo, amable y dispuesto a cuidar de su persona. Sin embargo, las aparie...