×Ambos somos mounstruos× (huggy×lector)

Nuevos lugares.

Me desperté emocionada, la alarma sonaba no tan irritante como otros días y había tenido un sueño bastante agradable.
Salí de la cama lo más rápido que pude y me aliste con mi uniforme, me hize una cola de caballo y salí directo a la cafetería, por lo general nos encontramos con los chicos ahí pero hoy sería la excepción, una vez que llegue me agarre un café con unos panes y me fuí a buscar a Pierre el iba a llevarme a mi nueva guardia, iba a contarme los secretos y tácticas de defensa de mi criatura. Era emocionante.
Trate de que muy pocos compañeros me vean, en unas horas todos sabrían lo bajo que había caído Brus y que yo estaba en el triunfo. Cuando llegue a su oficina, toque la puerta y al instante ya estaba saliendo Pierre con los papeles que se me serían asignados y contándome toda la información que tenía.

- Recuerda, las balas no le hacen daño a menos que lo agarres desprevenido, las caídas no le hacen mucho daño apenas "moretones" por decirlo de una manera, los toques de electricidad si le afectan y más si son desprevenidos. Tendrás que ser muy ágil con el- Me miro y me señaló con un bolígrafo- Recuerda que también es inteligente, no a nivel del 0099, pero es astuto-.

-¿Quien es el 0099?-.

-El 0099 es la muñeca Poppy, ya sabes la muñeca con olor a la flor amapola, aunque es pequeña es demasiado inteligente, así que cuida de que no se choquen los experimentos-.

-Como ordené superior mío- hice una leve reverencia.

-Al parecer Ludwing no se equivocó contigo, estás a su nivel de demencia- dijo entre pequeñas risas.

-Todo puede ser- me reí junto con el.

Minutos después de ese comentario llegamos a mi sala de contención, Pierre me saludo y me dejó los papeles con recomendaciones y las cosas que debo controlar, luego desapareció por la puerta.
Debo decir que estoy agradecida con Pierre y Elliot, al parecer soy una pieza importante de su juego de maníacos , si no, no tendría explicación del porque le caigo tan bien.
La sala era medianamente grande, tenía una mesa contra la pared blanca y la habían ordenado, tenía unos papeles de colores y un lapicero azul lleno de bolígrafos, la silla era de madera sencilla, y las baldosas grises claras, del lado de mi experimento las paredes seguían blancas pero reforzadas con metal, tenía algunos cojines y los barrotes eran un poco más gruesos que los de mi anterior experimento, tenía una camara que grababa todas las acciones de mi experimento, lo normal. Cuando llegue como primero mire a mi criatura, era más adorable que sus peluches, el al estar sentado parecía más bajo, me miraba con una cara indescifrable, era una mezcla de odio con sorpresa o emoción. Después de mirarlo detalladamente desde lejos me acerque a saludarlo, eso lo dejo pensando hasta que copio el movimiento que hice con mi mano con dificultad.

-Mi nombre es __, ahora yo te cuidare, espero que nos llevemos bien y que no me hagas regañarte seguido- lo dije con cariño pero a la vez con algo de sarcasmo, estas cosas no comprenden sus sentimientos y mucho menos su existencia -Tienes unos ojitos preciosos-.

El peludo abrió la boca y seguido dió un gemido tratando de comunicarse, cabe decir que me pareció tierno pero no le entendí un carajo.

-Aqui dice que tu nombre es Huggy- dice revisando la hoja, tratando al peludo como si fuera un niño -Huggy Wuggy si nos dirigimos por nombre completo- El abrió sus ojos, al parecer recién se entera que tiene nombre, pobrecito. -Pues eres muy lindo y si no te molesta debo ver tu expediente- el pobre de Huggy volvió a no entender que pasaba- Voy a leer información sobre ti, así nos podemos ir conociendo hasta que aprendas a hablar- Hizo un gesto con su mano hacia el, como si preguntara si podía hablar como yo -Si pequeño, si lo intentas puedes- volví a mi trabajo.
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Al rato de esa mini conversación tocaron la puerta, eran Elvery y Rick, cuando abrí me apoye en la puerta con una expresión de grandeza.

-¿Puedo ayudarlos en algo caballeros?-.