Capítulo 6

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Esa misma noche, Elizabeth espero a que todos durmieran como su madre había acordado. Se puso ropa cómoda y botas de montar. Por si llovía, cogió una de sus capas favoritas y algo de dinero que tenía guardado, y cuando la casa estaba en total silencio, salió a las cuadras donde aguardaba su caballo. Su madre había preparado todo de antemano con alguno de los sirvientes que le eran leales a ella, y habían preparado el caballo de la muchacha, así como dejado el portón trasero abierto para evitar ruido durante la noche.

Elizabeth se subió al caballo y sin mirar hacia atrás, espoleó al animal y partió hacia la oscuridad. La fuerte lluvia retrasó su camino pero por fin había llegado a la dirección que tenía en el papel. Torpemente, se acercó hasta el portón donde había un único guardia. Pensó que no sería inteligente identificarse, al menos de momento.

"Buenas noches, debo hablar con el señor Moriarty." Dijo con su voz más autoritaria sujetando las riendas de su montura. El guardia la examinó y no pudo evitar contener una carcajada al ver las botas y la capa manchadas de agua y barro.

"Lo siento, el señor Moriarty no atiende visitas y menos de mocosas sucias a estas horas de la noche." Respondió sin pelos en la boca. Elizabeth no había llegado hasta allí para que la despacharan tan rápidamente.

"Es un asunto urgente, exijo hablar con el señor Moriarty." Insistió.

"Mira, si no te has ido a la de tres te vas a meter en un lio."

"¿Quién está ahí?" Una voz preguntó desde lejos.

"No es nada, Señor Moriarty." Dijo el guardia sin apartar los ojos de Elizabeth. La chica, al escuchar su apellido se alegró, aunque cuando la figura apareció en frente de ella se sorprendió al ver a un hombre rubio algo más joven que Albert.

"¿Cuál es el problema?" Preguntó el joven a Elizabeth. La muchacha dudó, pero el chico parecía amable.

"Es una mocosa que se ha perdido de vuelta a casa señor Louis, no tiene importancia." Louis ignoró al guardia e insistió a Elizabeth para que hablara.

"Deseo hablar con el señor Moriarty, Albert Moriarty." Apuntó ella tímidamente.

"Por favor, sígame. Albert me ha hablado de ti. Víctor, lleva su caballo a la cuadra y asegúrate de que el mozo le pone paja fresca." Elizabeth, se preguntó si Albert realmente la había estado esperando tras haber escuchado el comentario de Louis.

"Con gusto, señor Louis." Respondió el guardia molesto por cómo se habían tornado las tuercas.

Elizabeth siguió al joven rubio a través de un jardín hacia el interior de la casa. Era realmente inmensa, mucho más que la de la condesa. Louis le indicó que se sentara mientras iba a avisar a Albert.

Al rato, Albert apareció en la sala con su uniforme militar, había tenido un largo día. Parecía cansado pero corrió hacia ella preocupado en cuanto la vio.

"¡Elizabeth!" Exclamó. Después se acercó a ella para descubrir que estaba empapada y tiritaba de frío. Su capa todavía chorreaba agua, además le había calado de tal manera que su ropa se le había pegado al cuerpo. Sus usuales rizos castaños se habían mojado, haciendo que su tono pareciera más oscuro. Además, no llevaba el pelo recogido y su pelo alborotado, le llegaba hasta la mitad de la espalda. Pero incluso así, Elizabeth estaba más bella que nunca ante sus ojos.

"Dios mío, estás empapada, te vas a resfriar. Por favor, que alguien traiga un cambio de ropa." Ordenó Albert mientras le ayudaba a quitarse la capa.

"Ya voy, hermano." Dijo Louis mientras dejaba una taza de te en la mesa para ella. "Para usted, Miss Bernadotte."

"Gracias." Gimió Elizabeth cogiendo tímidamente la taza.

"Nunca habría imaginado que te presentarías la noche más lluviosa del año." Dijo en un intento de sacarle una sonrisa sin resultado.

"Lo ha hecho, Albert. Lo ha anunciado delante de las familias más influyentes de la ciudad. Pensé que no me vendería de esta forma." Se lamentó. Albert le puso las manos en los hombros para confortarla.

"Encontraremos una solución. Ahora ven, diré que te preparen un baño caliente para te relajes, luego si quieres podemos hablarlo más tranquilamente." 

La esperanza de la aristocracia/ Albert James Moriarty x T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora