0.21; Un día ordinario. [Final]

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Comenzaba el fin de semana, el sol apenas se sentía y Gun luchaba por despertarse. Le gustaría seguir en la cama, pero tenía dos hijos y un esposo a los cuales debía atender, así que se levantó directo hacia el baño a lavar sus dientes, luego de hacer los quehaceres se bañaría.

Una vez estando en la cocina se decidió por hacer los bollitos dulces que tanto amaba Chimonie y que a él le salían de maravilla. Mientras los bollitos se cocinaban se dispuso a lavar los trastes que había ensuciado y puso algo de música a un volumen adecuado para no despertar a sus bebés, estaba tan absorto en lo que hacía cuando sintió unos brazos rodearlo por la cintura, supo de inmediato de quien se trataba.

—Buenos días cariño—besó su mejilla

—Buenos días Papii, ¿he hecho mucho ruido?—se refirió a la música.

—No, ya estaba despierto desde hace un rato—le restó importancia mientras destapaba la olla—Chimonie estará encantado con el desayuno, pero no creo que al pequeño engendro le haga mucha gracia saber que consientes a su hermano, con lo celoso que es.

—¡Jumpol Adulkittiporn, te he dicho que no llames así a Thongie!—regañó halándole una oreja.

—¡Ay ay ay! ¡si ya ya! ¡no volveré a decirle así!—se quejó sobando su ahora roja oreja.

Gun vio lo roja que esta se había puesto y se sintió mal.

—Lo siento Papii, es que odio que le digas así a nuestro hijo—se disculpó.

—Esta bien...¿Le falta mucho al desayuno? Tengo mucha hambre—alcanzo a decir cuando su estómago se encargó de hacerlo saber. Gun rió y lo envió a lavar sus dientes mientras el despertaba a los niños.

Gunentro a la habitación que sus dos bebés compartían, Thong todavía en su gran cuna y Chimon en la pequeña cama individual que sus padres le compraron, parecían unos verdaderos angelitos mientras dormían, se veían hermosos. Camino hasta la cama del hijo mayor para despertarlo.

—Chimonie cariño, es hora de levantarse—le hablo suave y acarició su cabello, el niño se removió entre las sábanas y poco a poco fue abriendo los ojos, su sueño era muy ligero así que era muy fácil despertarlo, todo lo contrario, a Thong.

—Buenos días mami—el pequeño se lanzó a los brazos de Gun y este dejó un beso en las regordetas mejillas de su hijo.

—Arriba cariño, ve a lavarte los dientes mientras despierto a tu hermano.

El niño asintió y se colocó sus pequeñísimas pantuflas para irse directo al baño. El mayor suspiró y fue hasta la cuna de su otro hijo.

—Thongie, despierta bebé es hora de desayunar—dijo quitándole la sabana, el niño ni se inmutó— Cariño vamos, arriba—nada.

Suspiró. Cargó al pequeño niño dejando besitos en su frente y haciendo cosquillas en su cuello, así logró despertarlo.

Thong soltó pequeñas risitas y se escondió en el cuello de su mami.

Una vez estaban todos listos para desayunar, se sentaron cada uno en su lugar de la mesa, Off junto a Chimon para ayudarlo con el desayuno, y Gun con Thong en sus piernas para así darle su comida.

Chimon observó su plato y sus ojitos se iluminaron y cerraron creando esa eye smile tan bonita y característica de su rostro—¡Son bollitos dulces!

—Si bebé, mami los hizo para ti—Off acarició la mejilla del niño.

Thong  que observaba todo con un pucherito reprochó.

—¿Pa mi nada?—preguntó haciendo uso de las pocas palabras que sabía. Los mayores lo miraron y rieron al escuchar al celoso niño.

—Para ti tengo tu lechita chocolatada mi amor—Thong sonrió y tomó el envase en sus pequeñitas manos para dar un sorbo.

Luego de eso se prepararon para ir a dar un paseo por el parque y que los niños se distrajeran un rato, fueron caminando para disfrutar mucho mas del clima asombroso que hacía ese día, y también para tratar de contaminar un poco menos el ambiente al hacer uso de su auto.

Gun se había ido a jugar con los niños mientras que Off, fiel a su flojera, se había quedado sentado en una banca viéndolos con una sonrisa.

Gun corría detrás de sus pequeños riendo y haciéndolos reír a ellos, disfrutaba cada momento que pasaba junto a ellos, cada sonrisa, cada juego. Disfrutaba el haberlos traído al mundo, el poder educarlos, pero sobre todo disfrutaba el hacerlos feliz.

Cansado se sentó junto a su esposo y tomó un poco de agua.

—Gunnie, si te cansas tan rápido, ¿por qué juegas?—preguntó Off mirándolo a los ojos.

—Lo hago porque amo hacerlo—respondió con simpleza—Quiero aprovecharlos ahora que están pequeños, luego crecerán y sé que me arrepentiría mucho de no haber pasado el tiempo necesario con mis hijos—sonrió con ternura y se levantó para volver con los niños—¿vienes?

Off solo pudo pensar en que Gun tenía razón, debía aprovechar su tiempo con sus hijos ahora que podía, luego sería muy tarde.

Con una pequeña sonrisa se levantó del banco y asintió—Vamos.

Y así fue como, en un día ordinario, la familia Adulkittiporn se divirtió tanto que sus rostros dolían de tanto reír.

Pero eso no fue la mejor parte de ese sábado, la mejor parte fue poder acurrucarse juntos en la cama mientras veían películas infantiles, siendo felices y disfrutando de cada momento juntos.

A partir de ese día, cada sábado era dedicado únicamente a su familia, a divertirse, a comer, a jugar, a amarse como solo ellos sabían hacerlo.




















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Acabamos de llegar al final de esta hermosa historia, agradezco a cada una de las personitas que me acompañaron en toda y cada una de las actualizaciones. Y no lloren que queda el Epílogo.

.꧁✿𝐵𝓎 𝑀𝒾𝓁 𝐻𝒾𝓈𝓉❀𝓇𝒾𝒶𝓈  ✿꧂

Nueve meses y un regalo {OffGun}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora