En ocasiones la vida de una adolescente es como un laberinto lleno de preguntas desde un "¿Qué voy a ser?", "¿Qué quiero estudiar?", "¿A dónde voy?", "¿Pertenezco aquí?", hasta un "¿Los problemas en casa son mi culpa?" "¿Papá me quiere?...
La vida adolescente no es tan sencilla como los adultos piensan, suelen encerrarlo en una burbuja llamada "Tu única obligación es estudiar", debido a eso, Bona creció suprimiendo sus emociones, sin poder hablar de sus romances adolescentes, de lo complejo del examen o de lo estresante que era la profesora de ciencias, no podía hablar, no podía quejarse... no podía expresarse por lo sensible que era mamá y por lo explosivo y alcohólico que era papá; dicen que el miedo y el respeto están divididos por una delgada línea, y para Bona era más fuerte el miedo hacia sus padres que el respeto, vivía con un constante miedo de hacerlos enojar y de merecer golpes... gritos... castigos.... Como toda mujer joven se refugió en sus amigas del colegio; la diferencie entre buscar refugio en amistades y buscarlo en los padres está en que las amistades adolescentes siempre dirán lo que queremos escuchar y no lo que deberíamos, pero, ¿Qué mas podía hacer Bona si había ausencia por parte de sus padres?
Con el paso del tiempo y como consecuencia de ese "refugio", Bona comenzó a ser un poco menos respetuosa, más expresiva, menos aplicada en los estudios y más social.... había comenzado su época de rebeldía adolescente.
Bona nunca fue la chica hermosa, popular y divertida del colegio, era todo lo contrario, se consideraba alguien de belleza mínima, introvertida y con un autoestima muy bajo, fue una maravilla cuando Denisse, a quien ella llamaba su refugio, la acogió entre sus brazos, era segundo año del colegio cuando Denisse se incorporó al colegio y por azares del destino comenzaron a forjar una estrecha amistad, ella era muy diferente a Bona, ella era agradable, social y directa, todo lo que a Bona le costaba ser, eso la hizo sentir completa y poco a poco con el apoyo de Denisse, se fue formando un fiel grupo de amigas.... un refugio.... su refugio.
La época de rebeldía dio inicio cuando Bona fue perdiendo el miedo a decir las cosas, no le importaba ofender, no le importaba herir, no le importaba insultar y mucho menos le importaba la escuela. Como consecuencia de sus actos disminuyeron sus notas, se metía en problemas y constantemente llegaba a casa con reportes de mala conducta, mala vestimenta o mal peinado, el colegio de Bona era un colegio altamente estricto donde las chicas tenían que estar bien vestidas y peinadas adecuadamente, siempre con una coleta, fajadas, sin accesorios y sin maquillaje, y ella con su rebeldía hacía todo lo contrario.
Mientras Bona atravesaba por esa etapa que no podía controlar, en su casa vivía una compleja situación, su familia estaba ausente, papá llegaba a altas horas de la noche, mamá trabajaba hasta tarde y su hermano, para cuando ella llegaba, ya dormía.
Cuando mamá estaba en casa, cualquier mínimo inconveniente era suficiente para comenzar una discusión, la cual siempre terminaba en llanto por ambas partes, lo más difícil para Bona era poder expresarse sin desbordar en llanto, sea felicidad, angustia, enojo o tristeza, todo, absolutamente todo iba con llanto incluido.
Con papá la situación era más simple, el tiempo que convivían era poco, casi nulo, a él le gustaba reclamar cualquier inconveniente, inclusive por cosas pequeñas como la cantidad de comida que había preparado mamá. Si papá no estaba enojado, estaba bajo efectos del alcohol, esa es la razón por la casi nula convivencia entre padre e hija.
Bona frecuentemente escuchaba cuando su padre llegaba a altas horas de la noche, y no porque azotara la puerta al entrar o porque tropezara con algún artículo a su paso, si no porque una vez que papá llegaba a casa comenzaban los gritos y las peleas que resonaban por toda la casa, cada pelea que había entre papá y mamá, era pelea en que Bona y su hermano Aldo los escuchaban sentados en las escaleras mientras lloraban, esas discusiones para ella eran un infierno, no sabía cómo manejar esas emociones y no le quedaba más que ahogarlas en llanto.
Cada fin de semana lo pasaban en casa de la abuela Taty, la adoración de Bona, le fascinaba estar ahí, se sentía escuchada y amada, no le faltaba nada cuando estaba con ella; mientras los hermanos y mamá se la pasaban conviviendo en familia, papá se pasaba el tiempo bebiendo alcohol con los tíos en la casa siguiente, no había problema alguno, hasta que llegaba la hora de regresar a casa... Bona suplicaba con llanto que por favor la dejaran quedarse en casa de la abuela, pues sabía lo que pasaría al llegar a casa.....
-Mamá ¿Puedo quedarme?, dijo Bona con los ojos llorosos
-Pregúntale a tu papá, respondía mamá
-Papá ¿Puedo quedarme con Taty? Preguntó nuevamente Bona
-Pregúntale a tu mamá, respondía él de vuelta
Bona a borde del llanto, y sin importarle el miedo a su papá por lo explosivo que era y lo alcohólico que se encontraba iba y preguntaba tratando de convencerlos y recibía las mismas respuestas, hasta que uno de los dos le diera la respuesta negativa.
El camino a casa era eterno, pues papá con el alcohol muy pronunciado no podía controlar el automóvil y aún así, se negaba a que mamá lo condujera, la ruta usualmente era poco transitada, con pocas señaléticas y nula iluminación, la familia vivía un horror cada que tenían que regresar a casa a altas horas de la noche, sus cuerpos invadidos por el miedo sólo esperaban la hora en que pasara algún accidente por las acciones de papá al quedarse dormido mientras conducía el largo y oscuro camino a casa.....
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Encuéntrame
RomantikEn ocasiones la vida adolescente es complicada, llegando a desorientarnos por completo, cegándonos nuestro rumbo y obligándonos a tomar decisiones incorrectas. Esta es la vida de Bona, una adolescente con problemas en casa que busca escapar de ellos...