Observo a la gente, todos parecen ser felices excepto yo. Quizá solo sea una errónea percepción como resultado de una serie de eventos desafortunados en mi existencia. Sin embargo, cómo lo dije antes, la vida tiene extrañas y dolorosas formas de golpearte y hoy me doy cuenta de que particularmente se ha esforzado mucho conmigo para que darme una paliza. Debo decir que para nada estoy viviendo la vida que en algún momento imaginé. A mis 25 años me siento sin esperanza, cansada, agotada y sin fuerza. Estoy en una edad relativamente buena para realizar muchas cosas, para establecerme y descubrir lo que hare en el resto de mis días; pero... ¿Cómo hacer todo esto cuando ni siquiera sabes si quieres seguir viviendo? ¿Cómo enfrentarte a esto cuando respirar se ha vuelto tan doloroso y vivir te causa miedo? Llevo días pensando en ello y llego a la conclusión que esto te lo debo a ti.
Nunca creí que el mundo pudiera ser aterrador, no, corrijo. Nunca pensé que TÚ pudieras ser tan aterrador y que pudieras causarme tanto daño.
Todo este tiempo creí que me estabas protegiendo, que me mantenías a salvo al hacerte cargo de tomar decisiones por mí, porque sabes muy bien que soy pésima para eso y además me aterra hacerlo; en ese aspecto tu parecías manejar mejor esas situaciones, fue esta una de las principales razones por las que sin más te deje tomar el control de mi vida, jamás cuestione nada y acepté todo lo que hacías por mí.
Aún resuenan esas palabras que me decías cálidamente y que me llenaron de "tranquilidad" -Te protegeré-, dulces, dulces palabras. Aunque nunca entendí bien de que ibas a protegerme exactamente, te creí.
Pero después de algunos años y en la situación en la que me encuentro no puedo evitar pensar en el hecho de que si me estabas protegiendo ¿Por qué me siento de esta manera?, mientras trato de encontrar una explicación, mi respiración se agita y mi cuerpo se tensa. Es gracioso, aún en esta situación es imposible mantenerte fuera de mi cuerpo y de mi mente. Camino despacio, tratando de tranquilizarme, encuentro una banca y me siento. Al admirar aquel majestuoso paisaje un nuevo pensamiento me invade: ¿Cómo debería llamar a lo que siento por ti? ¿Es odio, es amor, dependencia? ¿Si quiera existe algo entre nosotros?, lágrimas caen de mis ojos y puedo sentir como mi corazón se rompe, por una vez en la vida desearía que las cosas fueran diferentes.
Me siento tan miserable porque sé que a pesar de que me hago infinidad de preguntas, a pesar de tener este sentimiento, sé que volveré a casa en donde estas tú y seguiré a tu lado, aunque quiera alejarme, no puedo, porque tienes el poder sobre mí, porque eres todo lo que veo, eres todo lo que conozco.
Llevo mucho sufriendo en silencio, guardando lo que pienso y lo que siento para mí, mostrando a las personas que me encuentro bien; pero este silencio ha comenzado a cobrarme factura; hoy lo único que puedo hacer es escribir, dedicarte estas líneas y expresarte lo que por mucho tiempo he querido decirte, depositando mi fe en que esto me ayudará a comprender lo que siento y sobre todo a ponerle fin. Solo espero que, en el intento de escribir y liberarme, me alcancen las fuerzas. Esta banca, este lápiz y estas hojas se convertirán en mis compañeros, serán mis armas y espero que también sean mis aliados.
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Espero que sea un adiós
Short Story¿Amor, odio, costumbre? ¿Cuál es la relación que nos une? Espero que mediante estas líneas pueda encontrar la respuesta y sobre todo pueda encontrar mi libertad.