Paso un largo mes, en el que él peli-azul se la pasó pensando y considerando aceptar al azabache nuevamente.
Era verdad que lo extrañaba, pero le preocupaba que esté volviera a ser distante, no le gustó que jugarán así con sus sentimientos.
Después de tanto, acepto darle otro chance, pero se notaba su miedo a ser ignorado de nuevo, ya no se acercaba mucho por temor a que su contrario se excusará en qué estaba ocupado.
A la hora de comer era muy callado, a comparación de antes que le contaba varias anécdotas al lobo de ojos celestes.
Aprovechaba al máximo cuando el azabache se acercaba, sí este lo abrazaba, Timba se aferraba a él como podía, demostrando su preocupación en qué ese podría ser su último abrazo a recibir.
Claro que Trollino se sentía mal al respecto, jamás había visto tan inseguro al de ojos plata, pero esté, sí antes era incapaz de pedir afecto por orgullo, ahora también era por miedo a que se le denegará, la mezcla de ambas hacían a un omega perfectamente distante y que siempre estaba alerta.
Era de madrugada... O bueno, las 6:30 A.M, el azabache estaba ligeramente despierto recién había tenido que atender una llamada de uno de sus abogados y ya no pudo volver a conciliar el sueño.
Vio la puerta de su habitación abrirse lentamente, por lo que volvió a recostarse para fingir estar dormido. Por el rabillo del ojo, vio a su peli-azul con una bandeja y algo sobre está que no alcanzaba a ver claramente.
La habitación se llenaba de olor a moras entre dulces y ácidas, los nervios del peli-azul le hacían desatar ese aroma.
Colocó la bandeja en la mesa de trabajo del azabache y observó un poco al más alto.
-... ¿Debería despertarlo?... ¿Y sí se enoja?... Creo que sería mejor dejar que despierte solo... ¿Pero y sí piensa que lo olvide? -.
El semi lobo solo escuchaba como el omega sobre pensaba, un ataque de inseguridades de apoderaba de él, llegó a observar cómo este se dio una bofetada por sí sólo para terminar de reaccionar.
-Tranquilo Timba... S-seguro que le gusta el detalle, te esforzaste, te quemaste 4 veces y lo decoraste muy detalladamente cómo a él le gusta... -.
El peli-azul volvió a tomar la bandeja en su mano derecha y se acercó lentamente a la cama del azabache, con su mano libre movió con cuidado a su contrario para despertarlo.
-Jhmmn... ¿Qué sucede, amor? -; Preguntó el azabache intentado sonar convincente en su actuación del despertar.
-¿No recuerdas que día es hoy? -; Preguntó en un susurro.
-Es... -; Pensó un poco y luego se movió para quedar boca arriba. -Hoy es el cumpleaños de alguien -.
-¿Alguien?, es tu cumpleaños, Trolli -; Soltó el peli-azul con una ligera risa.
Trollino se incorporó finalmente en su cama, sentándose y viendo el pastel que el peli-azul llevaba en manos, era un pastel de fresas con crema y varios trozos de chocolate.
-Cariño... ¿Tu lo preparaste? -.
-Si, costó un poco, pero valía la pena para darte algo... -.
-Gracias... Es muy lindo y seguro que estará delicioso, ya me demostraste que tienes un gran talento en la repostería... ¿Cómo aprendiste? -.
Recibió la bandeja con pastel, esté tampoco era muy grande, era perfecto para comer con cuchara y justamente, eso le había llevado el omega en la misma bandeja.

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𝕼𝖚𝖊𝖗𝖎𝖉𝖔 𝕺𝖒𝖊𝖌𝖆 {Trollimba, Raptimba(? - Omegaverse}
FanfictionPlenilunio, una tradición ya muy antigua en la región. Cada dos siglos la luna se tornaba roja y seleccionaba a dos personas, las cuales quedarían atadas por el destino para ser almas gemelas. Algunos lo consideraban como una maldición ser elegidos...