S1. E4.

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Marianne:
Las clases terminaron muy rápido, el sonido de la campana indicaba que era hora de comer.

Me acerqué con una bandeja y escogí un sándwich y un jugo, en eso vi a Miguel.

-Hola Migue- Sonreí mientras me acercaba.

-Hola Marianne, ¿Ya tienes donde sentarte?- preguntó. -Eso te iba a preguntar- respondí.

Vimos todas las mesas hasta que el chico de hace unas noches junto a sus amigos estaban pegandole a una máquina expendedora. -Idiotas- susurré.

Volví la mirada a las mesas, cuando vi una con dos chicos que sus rostros se me hacían conocidos.

Al acercanos con Miguel pude notar que el rubio no hizo una mirada de pena.

-¿Podemos sentarnos aquí?- dijo Miguel

-Lo siento, esta mesa está tiene mucho pedido, pero los podré en lista de espera. Quizás se desocupe hasta el próximo semestre- exclamó el castaño.

-Esta bien- respondió Miguel alejándonos de ahí. -No, bromeaba- volvió agregar el castaño.

Nos regresamos y nos sentamos con ellos.

-Miguel- salió de mi amigo.

-Marianne- respondí y ambos chicos frente a nosotros se sorprendieron, se dieron cuenta de quien era.

-No puede ser, perdón por lo de la otra vez- dijo el castaño a lo que Miguel lo vio extrañado.

-No es nada- Sonreí.

-Demetri- dijo de nuevo el castaño -Eli- señaló a su amigo, seguido Miguel y yo saludamos de forma amable.

-Es un chico de pocas palabras- volvió a decir Demetri.

Los tres chicos se quedaron muy atentos cuando pasaron unas chicas a su lado.

-Amigo, no te tortures- dijo Demetri. -Son las chicas con dinero-.

-¿Les hablan o...?- respondió Miguel -oh si todo el tiempo, nos vemos después de la escuela. Nos besamos y nos toqueteamos- interrumpió Demetri, por lo cual solté una risita.

No presté mucha atención a lo que seguían diciendo, hasta que note cierta angustia de parte de Eli, guíe mi mirada hacia donde estaban viendo, Una chica rubia estaba hablando y haciendo gestos de desagrado.

-No prestes atención- exclamé, capté la atención de los tres. -Deben tener las neuronas quemadas de tantos químicos- terminé de decir mientras Eli sólo me miraba con una pequeña sonrisa.

Volvió a lo mío y según escuché la rubia  se llamaba Yasmine, sentí como Miguel se paraba -¿Qué estás haciendo?- dijo Demetri confuso.

-Golpeó Primero- salió de sus labios mientras se acercaba a la mesa de las chicas.

-¿Qué es lo peor que podría pasar?- cuestione a mis compañeros mientras seguíamos con la mirada a Miguel -un ojo morado- dijo Demetri.

Vimos cómo llegó el chico de rasgos asiático a sentarse a la mesa mientras abrazaba a una chica, "Hasta la vista Rea". Fue lo que dijo antes que Miguel se regresará a la mesa.

──── ∗ ⋅🐍⋅ ∗ ────

Las clases pasan rápido cuando no prestas atención, en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos saliendo.

Prometí a Miguel acompañarlo a entrenar, obvio solo ver, no podría volver a él karate aunque quisiera.

Las charlas de parte de Jonnhy eran un poco aburridas aunque me gustaba ver como Miguel le pegaba a un muñeco.

Después del entrenamiento Miguel me dijo que me tenía una sorpresa, al llegar a la casa pude ver como entro a la suya y sacó una patineta.

Mis ojos se alumbraron, era preciosa. Cada detalle que tenía, ruedas rojas, abajo tenía el logo de cobra kai.

-No te hagas muchas ilusiones, la compré para que me enseñes. Pero es toda tuya- dijo Miguel.

-Muchas gracias Migui- respondi mientras le daba un abrazo cálido.

-No hay de qué Anne- dijo.

-¿Anne?- pregunté y el se asintió. -Eres poco creativo- dije riendo mientras choque sumamente su hombro.

-Tú me dices Migui, así que no creo que la creatividad sea lo tuyo- dijo luego de reír -Anda, ve a probarla- termino de decir señalando la patineta.

-Vuelvo luego- exclamé antes de irme.

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Fui directo aquel lugar donde hay muchísimas personas practicando patineta.

Empecé a patinar sobre las rampas, extrañaba esta sensación.

Iba también en una vuelta hasta que me caí, sentí un ligero dolor en las rodillas. Estaba agradecida de tener protección sino hubiera tenido muchos golpes.

-Hey, ¿Estás bien?- exclamó una voz lo cual hizo que viera enfrente inmediatamente.

Ahí estaba el chico rubio, su nombre era ¿Woody? ¿Bobby? ¿Robby? Bingo.

-Si, gracias- dije poniéndome de pie -Se nota que lo tuyo no es patinar- dijo con una voz burlona.

-Claro que lo es- rodé los ojos. -A demás me debes una clase-.

Luego de insistir mil veces, Robby Accedió a dármela. No seria normal que acepte cosas de extraños pero se nota que sabe lo que hace, y no está nada mal conocer nuevas personas.

-Me voy a caer- suspire mientras me enseñaba un truco. -Creo que será mejor dejar acá las cosas- dije al bajarme de la patineta.

-Claro que no, algo que me ha enseñado mi sensei es a no darme por vencido. Ven, estaré acá para evitar que caigas.

 Ven, estaré acá para evitar que caigas

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~No Mercy~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora