Lonely Queen

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Se despertó desorientado con los rayos del sol sobre su cara, con la respiración entrecortada y ardor en los brazos, su cuerpo temblaba, la ropa que había usado para dormir estaba empapada de sudor y su cuerpo dolía demasiado

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Se despertó desorientado con los rayos del sol sobre su cara, con la respiración entrecortada y ardor en los brazos, su cuerpo temblaba, la ropa que había usado para dormir estaba empapada de sudor y su cuerpo dolía demasiado.

  Le ardía la garganta y sentía que su cabeza iba a explotar, se quito las cobijas de encima y se acerco a la orilla de la cama, el sol iluminaba toda la habitación gracias al enorme ventanal encima de la cama —Debo cambiar esa ventana algún día— comento mientras se paraba y alejaba  lentamente de la cama.

Se metió al baño y arrugo la nariz por el asco, el lugar era un desastre, pequeñas gotas de sangre en el suelo y algo de vomito salpicado.

Que puto asco, no puedo creer que hice todo esto por un dolor estomacal —agarro papel y se agacho para limpiar lo que quedo de la noche anterior, sintió un leve mareo y una punzada en la cabeza cuando eso paso, solamente la ignoro y siguió con lo suyo. Termino de limpiar y se metió a bañar.

Salio del baño con la ropa ya puesta y el cabello húmedo, se acerco a su cama y la acomodo como puedo

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Salio del baño con la ropa ya puesta y el cabello húmedo, se acerco a su cama y la acomodo como puedo. Le había llegado un mensaje por parte de Vegetta que le pedia reunirse en su castillo urgentemente.

Se alisto lo mas rapido que pudo despues de ver el mensaje, busco a Manolo para que lo acompañara pero no lo encontro, supuso que estaría escondido en algún lugar de la casa, lo buscaría pero ya no tenia tiempo ni siquiera para desayunar algo, era una hora para llegar a la casa de Vegetta y otra para subir esa montaña.

Salio de su casa a toda velocidad y se dirigió a la casa del hombre morado —¡Demonios Vegetta!¡No tienes idea como me encanta tener que correr y subir una montaña en la mañana para tener que hablar contigo!— escupió sus sarcásticas palabras mientras trataba de recuperar el aire.

Siguió corriendo unos 10 minutos mas antes de casi desmayarse por falta de oxigeno, busco un un árbol cercano y se dejo caer. Siempre tuvo buena condición fisica, correr 10 minutos era un juego de niños para el.

Era como si su cuerpo estuviera absorbiendo toda su energia, lo mas probable es que le estuviera cobrando factura el sobre-esfuerzo de ayer y el no haber desayunado nada, definitivamente su día no podia empeorar... ¿verdad?.

𝙍𝙊𝙎𝘼 𝙋𝘼𝙎𝙏𝙀𝙇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora