"ᴇsᴄʟᴀᴠᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ʟɪʙᴇʀᴛᴀᴅ" -ʜʏᴜɴʟɪx

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Mi mente estaba siendo consumida por sí misma en estos momentos, como cuando tienes que tomar una decisión muy rápida pero no estás seguro de que sea lo correcto. Mis pies ya no daban a más, sangraban gracias a las heridas que piedras y ramas habían hecho en ellos. Mis piernas ardían demasiado, quemaban por dentro y cada vez me respondían con más dificultad.
Giraba mi cabeza constantemente, notando a los caballos y aquellas sombras acercarse cada vez más a mí; los tenía casi encima. Mi espalda no la sentía, pero el peso de Lily en ella me incomodaba demasiado al estarme moviendo con rapidez. No podía más, lágrimas caían de mis ojos y rodaban por mis mejillas al no poder encontrar una solución y pensar el peor futuro para nosotros. ¿Qué eran esas cosas? ¿Porqué nos perseguían?

No tenía idea de dónde estaba mamá. Papá había sido acribillado por sables justo frente a mis ojos, escena que no podía sacarme de la cabeza. Solo tenía a Lily, la cuál lloraba sin parar y sostenía mi mano con fuerza. No quería perderla también a ella, no podía simplemente perderla.

Fue arrebatada de mis brazos cuando uno de los caballos logró acercarse demasiado a nosotros tumbándome de una patada. Lily había caído sobre mí y lo primero que hice fue rodearla con mis brazos, pero antes de poder poner fuerza, aquella cosa la jalo del cabello y se la llevó. Salieron disparados hacía el bosque y el último de ellos me rompió una pierna con una fusta impidiendo que pudiera moverme. Fue demasiado el dolor que sentí que no pude ni siquiera emitir sonido al separar mis labios para gritar.

Estaba listo para correr detrás de ellos y poder recuperar a Lily. Me levanté y moví las piernas lo más rápido que pude, pero algo me rodeó el torso y me jaló hacía donde se encontraba. Giré mi cabeza pensando que probablemente era una de aquellas cosas, pero mis ojos se encontraron con unos ojos grises demasiado llamativos y un cabello largo y rubio que no podía evitar admirar.

No podía decir nada, no conocía el idioma de las personas. Tan solo unas cuantas palabra gracias a él, que rondaba por el bosque junto a otro hombre en sus caballos grandes y blancos. Muchas veces los espiaba y ponía atención a lo que decían y hacían para poder aprender aquello que tanto me llamaba la atención. Fue suerte el que nunca se dieran cuenta de mi presencia.

Como de mis labios no salió nada más que un simple "Tú", el hombre me posicionó detrás de él sobre su caballo y comenzó a andar. Íbamos hacia el lado contrario de dónde se habían llevado a Lily. No podía dejar que se la llevaran, era todo lo que me quedaba. Me dejé caer hacia un lado para poder bajarme del caballo e ir hacía el lado contrario para ir por Lily. Cuando caí mi rostro y cuerpo rosaron contra la tierra lisa creando heridas en mi piel, las cuales ardieron demasiado y no pude evitar gemir del dolor. De nuevo tenía lágrimas saliendo de mis ojos y sangre abandonando mi cuerpo por un sin fin de heridas.

No podía levantarme, por más que lo quisiera no podía moverme y correr hacia Lily. Lloré, lloré sin parar y grité lo más que pude. Estaba sufriendo como nunca en mi vida había sufrido. El dolor de perder a aquella pequeña elfo era mucho peor que el dolor de cualquier herida que tuviera en estos momentos. Me daba igual morir, no me importaba desaparecer si mi existencia no iba ser acompañada por la suya. Pero no podía irme sabiendo que le esperaba lo peor, no tenía idea de que sería de ella o donde estaba; sin mí probablemente tendría demasiado miedo y se sentiría muy sola.

Mis ojos comenzaban a cerrarse y mi respiración era cada vez más lenta y entrecortada. Frente a mí apareció la silueta de un caballo seguida por el rostro de aquel hombre. Me tomó entre sus brazos y mis ojos se cerraron por completo. Perdí la conciencia, pero me sentí a salvo sabiendo que me llevaría consigo.