Flores amarillas (🔞)

Capitulo único.

Era primero de septiembre cuando la primera flor apareció en su casillero. Diminuta y escondida entre las hojas de su libreta de trigonometría, los pétalos eran suaves y brillantes, cómo el color del sol un día de primavera. Porsche le dijo que no era una simple casualidad encontrar algo como eso, y que quizá había alguien que estaba intentando coquetear con él.

Pete lo dudó.

Al día siguiente aparecieron dos flores en su pupitre. Después de la clase de biología del señor Hitch, Pete había estado durmiendo bajo las escaleras esa tarde después del receso, la noche anterior él y Khunn se desvelaron viendo la nueva temporada de una serie que recién había salido. Estas flores eran particularmente idénticas a la del día anterior, salvo que los pétalos eran más largos, pero conservaba el mismo tono brillante de amarillo. Arm a su lado dejó escapar un silbido y rodeó los hombros de Pete con sus manos.

-Creo que tienes un admirador secreto. -dijo mirando la flor.

Pete alzó su mirada y comenzó a buscar con sus ojos a alguna persona que hubiese estado cerca de ahí, alguien que pudiera decirle quién era él o la desconocida detrás de este regalo, y fue en ese momento en que su mirada se interceptó con otra.

En la esquina, con su pose habitual y rostro altivo, estaba Vegas Theerapanyakul, el primo de Kinn y el rompecorazones del instituto. Tenía los brazos cruzados y su boca en una mueca, él era hermoso. Pete sería estúpido si no pudiese ver lo deslumbrante que era su belleza y lo eclipsado que debería sentirse cualquiera al estar a lado de él, pero ese no fue su caso, él admiraba a Vegas desde que eran niños, le parecia una persona misteriosa y enigmatica, pero a la vez un chico que podia ser sensible.

Ambos se sostuvieron la mirada un momento y después el otro la desvío en otra dirección. En todo el tiempo que llevaban conociéndose muy pocas veces tuvieron conversaciones largas, Pete era el mejor amigo de Khunn, quien al mismo tiempo era primo de Vegas, y Kinn, quien era novio de Porsche, otro de los mejores amigos de Pete, pero después de todo eso, había un recuerdo en su mente; fue cuando ambos tenían 10 años y Vegas había estado siendo molestado por un par de niños mayores, se burlaron porque estuvo llorando la mayor parte del recreo, pero Pete sabía que esas lágrimas eran debido a la muerte de su madre, lo había escuchado decir del propio Khunn, quien tampoco pudo dejar de llorar por la muerte de su tía, así que se arrodilló junto a Vegas esa tarde y trató de consolarlo, le dió palabras dulces y llenas de esperanza, las mismas que su abuela le dijo en algún momento. Recuerda ver una sonrisa aparecer en la pequeña carita y Pete supo desde ese momento que viviría con esa imagen por siempre, los años posteriores a esos cada uno fue asignado a nuevos grupos y turnos, así que cada uno formó sus propios círculos en cuanto a amistades. Vegas no se juntaba con muchos, pero era sin duda realmente popular, y Pete supuso que era debido a su encanto y belleza, el chico podía hablar con una facilidad envolvente que te hacía perder la cabeza y la razón, sin embargo su círculo de amigos solo estaba compuesto por Kinn, Time y Kim, a diferencia de Pete, que su círculo social era inmenso y se llevaba con todos en la escuela, pero consideraba como amigos a muy pocos, no se consideraría popular, pero era agradable con las personas y eso hacía que la gente lo conociera y amara.

El tercer día de septiembre, aparecieron tres flores amarillas metidas entre su ropa de entrenamiento, esta vez a diferencia de las otras, portaba una pequeña nota pegada al tallo;

"el color brillante no es casualidad, cuando veo las flores amarillas me imagino al sol en su punto máximo, no un amarillo pálido, es un amarillo cálido, como tú sonrisa, cómo todo tú."

El corazón de Pete volvió a apretarse y guardó la nota rapidamente entre las hojas de una libreta, las flores las mantuvo para sí mismo, las pegó a su nariz para tratar de percibir algún aroma, olia a citricos y a una brisa de primavera, el olor se le hacia familiar de alguna parte, pero movió su cabeza negando y tomó su maleta de ejercicio y la pasó por sus brazos para salir de los vestidores. No notó a la persona oculta detrás de los casilleros, con una sonrisa en sus labios observandolo con ojos de adoración.