𝐖𝐎𝐍𝐊𝐈 || Kim Sunoo, alías, cupido, es un aprendiz harto de que la única pareja que está destinada desde hace años, por el amor tan fuerte, puro y sincero que se tuvieron ¡No estén juntos! Es más ¡Nishimura Riki odia a su destinado! No lo entien...
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Cuando dejó su maleta en la habitación donde dormiría, suspiró, estaba dejándose llevar por la amabilidad de Jungwon, pero al menos estaba avanzando en su plan, tomó su libreta y tachó lo que llevaba.
✓ Llevarme bien con Jungwon. ✓ Conocer los sentimientos de Ni-Ki. ✓ Tener confianza de Jungwon. [ ]Llevarme bien con Ni-Ki. [ ]Tener confianza de Ni-Ki (dudoso). [ ] Ayudar a Jungwon para que conquiste a Ni-Ki. [ ] Que Ni-Ki admita sus sentimientos. [ ] ¡Final feliz!
Admite que es un plan infantil, pero algo es algo, suspirando dejó su libreta y bajó hasta la cocina, Jungwon dijo que prepararía la cena en lo que llega su hermano, se sentó en el comedor y esperó.
—Jungwon ¿Tú, estás enamorado? —Jungwon dejó caer el cucharón con el que mezclaba la sopa, sonrojado vió a Sunoo, quien lo miraba curioso.
—¿Tanto se me nota?
—Después del incidente de la cafetería no dejaste de hablar de Ni-Ki, que te frustraba tanto su actitud posesiva y demasiado exagerada cuando se trataba de tí, a pesar de que intentas sonar enojado, tus ojos brillan, Jungwon, estabas feliz de que Ni-Ki se preocupara por ti, que estuviera celoso de que me pudieras atención, estabas feliz de tener su atención, eso es lindo.
Jungwon tenía los ojos brillosos, era la primera persona que le decía que estaba bien amar a Riki, la primera persona que le hizo saber que estaba bien amar, la primera persona que lo hizo sentirse bien; todos le decían que estaba loco por enamorarse de Riki, que merecía algo mejor, lo hacían sentir mal, obligándole casi a esconder un sentimiento tan hermoso como era el amor, obligándole a que sintiera algo que él no quiere, pero Sunoo, por primera vez, alguien lo apoyó.
Cuando iba hablar, la puerta se abrió, junto con una voz que hizo mover la tierra a Sunoo.
—¡Wonnie, ya llegué!
—¡Oh, Sunoo, déjame presentartelo! —se limpió las lágrimas sonriente.
Cuando volteó se sintió desfallecer, jamás había conocido un hombre tan hermoso y encantador. Era alto, un metro ochenta y uno, desde su lugar podía reconocer ese olor a bebé, jabón y lavanda, aquellos ojos profundos color miel movieron su corazón, esa piel pálida, dios, que belleza, sus labios gruesos, y joder, esa encantadora sonrisa. Creyó que lloraría, era el hombre más bello que vió, era quizá, la definición de perfecto.
—Un gusto, soy Yang Sunghoon, hermano de Jungwon.
Yang Sunghoon, que puto nombre más hermoso. Se sentía flechado, su rostro estaba sonrojado, sus manos temblaban junto a sus labios, su mirada bajó avergonzado ¿Qué le estaba pasando? ¿Qué le estaba haciendo Yang Sunghoon?
Jungwon veía todo encantado ¡Estaba viendo frente a él como alguien estaba enamorándose de su hermano! ¿Será que por fin llegó alguien que Sunghoon merece?
—Kim-Sunoo, un, un gusto. —su voz salió ligera, pero se podía escuchar, aquello fue tierno para Sunghoon.
