CAPITULO 1 Conoce a mi papá y entenderás porque no espero nada de nadie.

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- ¿Hasta cuándo serás una vergüenza para mí? – Dijo mi papá por llamada

Era otra de nuestras peleas, el detalle es que sus palabras me dolían más que cualquier golpe.

- Papá, solo te estoy diciendo que iré unos días con anticipación a Chicago, antes que comiencen las clases y no andar todo a última hora.

Dentro de dos días iniciaba el primer semestre en la carrera de enfermería y necesitaba viajar con anticipación.

- Haz lo que te dé la gana- Mi papá finaliza la llamada como si no haya creado otra inseguridad en mí.

Procedo a sentarme en la cama, comienzo a llorar como acto de desahogo porque no quiero retener odio, coraje o cualquier sentimiento que se acerque a la decepción al saber la clase de padre que tengo. Quiere que sea alguien en la vida, que salga adelante pero no entiendo cuál es la necesidad de tratarme de esta manera tan deplorable, siento el dolor desgarrar mi alma, mis huesos y todo lo que tenga que ver con mi físico.

Pero más decepción tengo hacia mí, porque a pesar de todo lo malo que me ha hecho sigo esperando que el cambie, que vuelva a ser ese padre comprensivo, cariñoso que era antes de que todo se vaya al carajo.

Escuche unos pasos acercarse con dirección a mi cuarto, sabía que era mi mamá. Cuando eres hija única y creces con abuelos sobreprotectores tienes la habilidad de distinguir cada ruido en tu casa. Es una habilidad que desarrolle cuando tenía 14 años porque me quedaba en la madrugada chateando y no quería que me descubran, sabía que los castigos no eran nada agradables.

-¿Estas bien?- Me dijo mi mamá

- Sí, mamá- Claro que no estaba bien, pero no confió mis problemas a mi mamá, digamos que tiene tendencia a contarle todo a mis abuelos. Ella me enseñó a no confiar en nadie que no me demuestre su nivel de lealtad.

- ¿Entonces por qué tienes los ojos rojos como si hubieras estado llorando?

- Mamá, recuerda que soy alérgica y por aquí hay polvo

-Bueno, sé que me mientes, Luisa

Claro, algo que había aprendido fue a guardar mis problemas, no contarle a nadie y volverme una mentirosa de primera.

-¿Ya arreglaste los papeles del instituto? ¿Cuándo comienzas las clases?

-El fin de semana que viene inicio clases

-¿Tu papá está al tanto de todo? ¿Ya te mando el dinero para que viajes?

-Sí, mamá. No te preocupes todo está bien, mi papá ya se está encargando de eso.

De hecho no sabía ni cómo iba arreglar eso, puesto que en estos momentos me encontraba en una batalla campal con mi papá. Mi mamá no me ayudaba mucho con la preguntadera que había agarrado.

Sé que se preocupa por mi, soy consciente de eso, pero cuando estoy vulnerable como en esta situación. Lo único que quiero es aislarme, desahogarme en silencio para después seguir con mi día y mi existencia. En estos momentos nadie me parecía buena compañía. 

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⏰ Última actualización: Sep 22, 2022 ⏰

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