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Jimin luego de haber pasado un tanto de tiempo apreciando al alfa, sintió como unas manitos tocaban parte de su pierna, inclinando su cabeza hacia abajo, vio al pequeño Jungsoo haciendo puchero hacia él, mientras le extendía sus bracitos. Alejándose un tanto de Jungkook, se acercó a tomar al cachorro, y este dichoso de haber logrado su objetivo empezó a reír en los brazos del omega.

—Al parecer aquí hay un consentido —canturreó, besando una de las mejillas de Soo—. Espera guardo unas cosas y te preparo una rica merienda, ¿vale? —habló, usando un tono suave, a la vez que ponía al menor en el suelo, quien se acercó gateando a un Bam dormido para jugar con sus orejas.

Mirando la escena tan tierna, se dispuso a organizar la mesa y guardar la parte del trabajo del alfa en una carpeta de su laptop.

—Ahora sí precioso —murmuró, tomando nuevamente entre brazos a Jungsoo—, ¿qué dices de una rica papilla?

El cachorro empezó a reír con gracia, mirando a Jimin.

Sentando Soo en una silla especial para bebés que vio en la isla de la cocina, se aseguró de sujetarlo bien con las correas. Después levantó las mangas de su camisa y comenzó a revisar todo el refrigerador de Jungkook para sacar unas manzanas, leche papas, y vegetales para hacer la cena de todos. Pues el omega estaba seguro de que cuando el alfa se levantara, iba a tener muchísima hambre y él quería ser quien la saciase.

[ ꗃ lightsbar: masked97 ♡ ]

Cuando Jungkook abrió los ojos y fue consciente de que estaba despierto, y que por ende se había quedado dormido, se sentó en automático, buscando con su mirada a su cachorro o al omega que hace unas horas estaba en su casa. Estirando sus brazos adormecidos y estando un tanto más despierto, notó entonces un par de platos tapados frente suyo. Estos expedían un olor delicioso.

El alfa se sentó derecho, y escuchando el gruñir de su estómago, tomó el par de cubiertos —que casualmente estaban también— a su lado, y empezó a comer el delicioso arroz con verduras y ese pollo con crema de leche que le supo a gloria. Estaba todo tan delicioso que en un abrir y cerrar de ojos ya había acabado con todo.

Llevando los trastes a la cocina, para buscar un vaso de agua y bajar la comida, se topó con la imagen más bella que alguna vez haya podido ver: Jimin arrullando en sus brazos a su cachorro.

—¿Estuvo buena? —La voz de Jimin, fue la que trajo al alfa a la realidad.

Jungkook bebió el agua que se había servido segundos antes.

—¿Has cocinado tú? —inquirió, dejando el vaso a un lado

—Supuse que tendrías hambre en cuanto despertaras.

—Acertaste, y estaba increíble. —Sonrió—. ¿Y pasa algo con Soo-ya?

—Oh, no tranquilo, le he preparado la cena, está lleno, bañado y estaba casi dormido, pero cuando lo fui a dejar en su cuna, se ha despertado —susurró, dirigiendo su vista al cachorro con ojitos cansados y luego al alfa.

Jungkook ladeó su cabeza confundido con todas estas acciones.

—¿Hiciste todo esto en tan poco tiempo? — cuestionó, asombrado.

—Que no se te olvide que soy un omega. Aunque no me enorgullezca mucho esto, fui también educado para atender a mi futuro alfa.

—Pero no soy tu alfa.

—Lo tengo bastante claro… —musitó—. Y sé que este no es mi cachorro, pero mi omega y yo no podemos hacernos de la vista gorda con este pequeño y contigo, Jungkook. —Miró fijamente al mayor—. Haces tanto tú solo por este pequeño, que mi admiración hacia ti no hace más que crecer con el paso de los minutos. Estar tan solamente un par de horas aquí y conocerte siquiera un poco, no me hace más que pensar que eres un buen padre.

—¿Admiración? ¿Crees que soy un buen padre, después de ver cómo me desnudo frente a muchas personas por dinero?

Jimin rio con las mejillas sonrojadas. Aún no olvidaba esa imagen de su cabeza.

—A veces hay que hacer ciertos sacrificios. Además, ser stripper no tiene nada de malo, yo también pagaría por ver a un sexy alfa bailar con poca ropa frente a mí.

Jungkook no evitó reírse a carcajadas. La tensión de hace unas horas había desaparecido por completo. Jungkook se veía un poco más calmado y tranquilo, y es que hablar con Jimin, de esta manera y ser él mismo sin fingir nada, le había hecho bien.

—Vale, cuando quieras puedo hacerte un show privado a ti. Tómalo como pago por ayudarme. —Se acercó al omega, para tomar a Jungsoo, pero este, aún entre sueños, se negaba a soltar a Jimin, por lo que con sus puñitos se aferró a su camisa.

—Al parecer está muy cómodo.

«No lo culpo», pensó Jungkook, tomando luego en silencio una fuerte bocanada de aire.

—Entonces… ¿amigos? —inquirió Jimin, con timidez.

Jungkook vaciló un poco su respuesta.

—Solo si vuelves a cocinar para mí.

—Ok, pero tienes que aceptar mi ayuda —impuso.

—Ok —aceptó el alfa, por medio de una sonrisa.

Jimin mordió su labio sintiéndose feliz de saber que Jungkook había aceptado su ayuda y su amistad sincera.

—De acuerdo, te haré todas las comidas que quieras, estudiaremos juntos y cuidaré de tu cachorro cuando necesites ir al bar a trabajar —se apresuró a decir, mientras mecía al pequeño Soo—. Ya verás, no te vas a arrepentir, eh.

Y Jungkook no sabe por qué, pero lo sentía así. Sentía que podría arrepentirse a lo largo de su vida de muchas cosas, pero tenía claro que de dos nunca.

Nunca se arrepentiría de haber dejado a Jungsoo a su lado, y viendo tan tierna escena frente a él, de Jimin y su cachorro, sentía que jamás se arrepentiría de estar dejando entrar a sus vidas a este pequeño omega chismoso.



lightsbar: masked97 𐚁 kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora