Una Ninfa, una deidad menor, Guardiana y Guerrera del Bosque, su misión es cuidar y proteger aquellos que se atrevan a lastimar la vida de la naturaleza en la región de Sumeru sin ser descubierta por los humanos de este dicha región, pero un cierto...
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Puerto Ormos - En el Restaurante.
Alhacén: ¿Llevaron todo el encargo a la academia?.
???: Por supuesto, aquí tiene -pone la lista de documentos sobre la mesa-.
Alhacén: Bien -una vez firmado la persona se despide-.
???: ¡Te estoy diciendo la verdad! -se quejó el Eremita-.
Eremita2: Baaa -hace un gesto con su mano sin darle importancia- Lo que dices son fantasias -un grupo de 3 personas Eremitas toman asiento en la siguiente mesa a lado, Alhacén ya que estaba de espaldas escucha atentamente la conversación-.
Eremita1: ¡Lo juro por el Rey Escarlata! ¡Es real!.
Eremita3: Oye, no uses el nombre de nuestro Rey en cosas sin sentido.
Eremita1: Sí, además como podemos creer en alguien que murió hace años junto con la Reina Mayor Rukkhadevata.
Eremita3: Es verdad, si ella muere, ellas también -aquel comentario le pareció interesante a Alhacén- Lo he escuchado en historias que luchaban a lado de su señora.
Eremita2: Nuestro jefe dijo que se hacen llamar Guardianas del Bosque o de la Naturaleza.
Alhacén: *¿Guardianas?*
Eremita3: Oye -le da un leve golpe con el codo a su compañero- Se dice que son unas bellezas y fuertes.
Eremita2: Ni lo digas, si tan solo podríamos tenerla como compañera y jefa seremos los Eremitas poderosos.
Eremita1: ¡Pero la ví! -azota las manos sobre la mesa-.
Eremita2: Bueno, ya cálmate.
Eremita1: Su cabello y piel se veían suaves, ojos hermosos y labios rosados.
Eremita3: Oye, oye detente -lo interrumpe- ¿Estás diciendo que la viste a pesar de estar inconsciente?.
Eremita1: ¿Emmm? ¿Sí?.
Eremita3/Eremita2: Puffffjajajaja -ambos estallaron de risa-.
Eremita2: ¡Con más razón! ¡Soñaste dormido!.
Eremita3: Parece que tu mente te hizo mala jugada, amigo mío.
Eremita2: O tal vez fue demasiada imaginación para ser real.
Eremita1: Tch.... ¡Saben qué! -se levanta con enojo y se va- ¡Para la próxima no les contaré nada! -dijo mientras se aleja-.
Eremita3: ¡De todos modos lo harás! ¡Ya que nosotros somos los únicos que te escuchamos! -vuelven a reírse-.
Eremita2: Oye ya en serio -se calman- ¿Tu le crees?.
Eremita3: No lo sé amigo, es muy difícil de hacerlo.
