CAPÍTULO 8

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LUZU.

Al día siguiente fue despertado por Charlie, su rutina no fue diferente, tomó una ducha y fue llevado al comedor por su desayuno, esta vez sin Quackity, así que desayuno tranquilo junto con el castaño.

Después de eso Charlie y él hicieron su equipaje, metiendo unas cuantas prendas en una mochila junto con sus objetos de aseo personal, Luzu sonrió cuando Charlie le extendió su sudadera, la que Quackity le había quitado en aquel cuarto. El mayor no dudo en ponérsela.

El castaño lo dirigió fuera de aquel edificio dónde Luzu tuvo que acostumbrarse a la luz solar, y después salieron de la ciudad,  en dónde estaba Quackity esperándolos a un lado de dos caballos que los unía una cuerda.

- Tardaron.- Quackity miró el reloj de su muñeca.- Es tarde.

Charlie se disculpó y Luzu solo calló al escuchar cómo Quackity le daba órdenes precisas a Charlie, para después agitar su cabello con cariño.

- Sube a ese caballo.- Quackity le habló a Luzu.

Luzu obedeció y espero pacientemente a que Quackity subiera al caballo contrario, pensó que Charlie subiría con él pero solo se acercó para poner una soga al rededor de sus muñecas, por encima de los vendajes, inmovilizado sus manos. Luzu lo miró confundido.

- Órdenes de Quackity de las nevadas.

Charlie lo miró con pena y dió media vuelta, regresando a la ciudad a paso lento.

- E-Espera.- Luzu casi pierde el equilibrio cuando los caballos avanzaron.- ¿Charlie no vendrá?

- No puedo dejar a mi país sin alguien a cargo.- Quackity jaló la cuerda que conectaba el caballo de Luzu con el de él haciendo que el mayor quedara a un lado suyo.- menos cuando estaré fuera por más de una semana.

Después de eso cabalgaron en silencio, el sol lo golpeaba fuerte, había olvidado que la ciudad estaba rodeada de desierto y ahora, su sudadera negra, era un horno.

- No entiendo por qué estamos haciendo esto.- habló Luzu después de unos minutos.

- Iremos al país de Kinoko Kindom.- Quackity carraspeó y Luzu pensó que estaba delirando por notar, por un pequeño instante, tristeza en los ojos del menor.- Hace poco hablé con uno de los habitantes, Sapnap... Él me invitó a ir hace un tiempo y tomaremos esa oportunidad.- Quackity carraspeó.- A lo que voy es que, probablemente, pueda encontrar respuestas sobre ti allá.- Quackity lo miró de reojo pero volvió su vista al camino.- Karl tiene una biblioteca enorme, seguro encontramos algo.

– ¿Charlie estará bien solo?

– Si.- Quackity sonrió.- confío en él más que nada en el mundo, sé que con mis lecciones estará a salvo.

– Necesito que paremos, por favor.- Quackity detuvo los caballos y miro al mayor.- Necesito quitarme la sudadera, muero de calor.

Quackity paró y se bajó del caballo, acercándose a Luzu y tomándolo de la cintura para bajarlo de un movimiento rápido. Luzu se sonrojó.

– Olvidé decirle a Charlie que te escogiera ropa fresca.

Quackity deshizo el nudo de sus muñecas y se aparto un poco para que Luzu pudiera quitarse la sudadera, el mayor lo hizo en un movimiento rápido, quedando en camisa blanca y dejando sus vendajes visibles. Suspiró con satisfacción.

•••

QUACKITY.

Quackity despertó lentamente sobre una superficie acolchonada, se sentó apartando las mantas hasta sus muslos, todo estaba oscuro así que supuso que ya era de noche.

- ¿Cómo te sientes?.- Quackity saltó en su lugar sorprendido.

Luzu, quién estaba en una silla mesedora, dejó el libro en la mesa que estaba a un lado y se levantó para acercarse al menor, colocó su mano en la frente de Quackity y sonrió.

- La fiebre ya se fue.

Quackity sonrió.

- Estoy bien, gracias.

- Creo que ambos necesitamos respuestas, pero primero iré por algo para que comas. Tú día fue muy pesado.

Quackity no pudo negarse cuando el mayor ya estaba fuera de la habitación, observó la habitación, todo estaba limpio y en su lugar, había dos puertas que una ya sabía que era la salida y la otra supuso que era un baño. No pudo aguantar más las ganas así que se levantó y caminó rápidamente a la puerta, abriéndola por completo. En efecto, era un baño. Quackity cerró la puerta e hizo sus necesidades, al salir el mayor lo esperaba sentado en la cama.

- Ven, te traje un poco de todo.

Quackity se acercó al mayor y con un la mirada de Luzu sobre él empezó a comer, en un silencio confortable.

Disfrutó de varios de los platillos, pero al final no pudo comerse todo, Quackity escucha la risa del mayor cuando se deja caer en la cama y acaricia su estómago al sentirse satisfecho.

– Todo está muy rico pero no puedo más.

– Bien, bien, pero párate, si te estiras después de comer puedes lastimarte.

Quackity se quejó en protesta pero volvió a sentarse en la cama con una sonrisa, volteó a ver a Luzu.

– Es hora de que hablemos un poco, ¿Te parece?

Quackity asintió, viendo cómo Luzu apartaba los platos y los colocaba en la pequeña mesa que había en la habitación, después se sentó frente al menor con una sonrisa.

– ¿Quién eres y cómo es que sabes mi nombre?

Quackity suspiró, se llevó una mano a su nuca pensando en cómo era la mejor manera para contarle lo sucedido.

– Me llamo Quackity, puede que no me creas.- Quackity le miró apenado.- pero vengo de otra dimensión...- al ver que Luzu no lo interrumpía continúo.– vengo de otro Karmaland completamente diferente... Uno dónde tú y yo somos muy unidos. Llegué aquí hace unos días y me he quedado con Willy.

Luzu abrió los ojos sorprendido.

– Me estás vacilando.

– Es verdad todo lo que digo.

– ¿Cómo es que terminaste con la hermandad oscura?

– Ellos me secuestraron.- Quackity hizo una pequeña mueca al recordar a aquel, para nada agradable, rubio.- No sé que querían de mi, simplemente me llevaron, me dijeron que él me quería.

Luzu se quedó en silencio por un momento, Quackity no sabía cómo demostrar que lo que decía era verdad y eso le molestaba.

– Es peligroso que te quedes conmigo si la hermandad oscura te busca.- Luzu le miró con pena.- Lo siento, pero no soy alguien que debas tener cerca. No soy buena persona.

– Willy me habló sobre ello.- Quackity estiró su mano para tomar la de Luzu.- Sobre las elecciones y sobre lo que pasó ese día.

– No me conoces y no deberías estar aquí si este no es tu mundo, es peligroso.- Luzu retiró su mano.- Te llevaré de regreso con Willy por la mañana, pero te quiero lejos de Karmaland y de mi.

Luzu se levantó tomando todos los trastes sucios se acercó a la puerta abriéndola con dificultad.

– Si fueras alguien malo no me habrías ayudado.

Pero Luzu no le contestó, solo salió cerrando con cuidado la puerta y dejando al menor solo en la habitación.

Es todo por hoy gracias por leer<3

Tus dos versiones |Luckity|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora