El fin de mi mundo Pt.1

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Los 4 meses que he pasado con Aidan han sido maravillosos, no hay otra palabra para describirlo. Sé que soy afortunada por conocerlo... Sé que es un chico sensible sentimentalmente, sé que cuenta malos chistes pero de alguna manera siempre me hace reír, y sé que aunque nada es para siempre nuestro amor lo será... Aunque alguno de los dos muera primero.

La enfermera dijo que era bueno respirar aire fresco así que organizó un fin de semana para ir a acampar, iremos yo y Aidan y más chicos del hospital. Será muy emocionante, haremos menos de 30 minutos de camino y ellos llevarán los suficientes medicamentos, Aidan tiene su tanque de oxígeno y llevaré mi insulina. Todo está perfectamente planeado.

[Llamada]

¿Que llevarás Aidan?

Llevo ropa, latas de sopa, una cangurera, un cargador ...

¿Cargador? Allá no hay corriente eléctrica genio.

Lo sé pero es para cargarla en el camión. También llevo un UNO y ... ¿Que más?

¿Tu cánula la llevas?

Sí.

Okey, estoy emocionada.

Igual yo, estoy tan emocionado que no puedo respirar

¿Es un chiste verdad?

Sí T/n, es un chiste

De muy mal gusto por cierto

Ña ña ña ña.

Ambos reímos y cortamos la llamada. Varios enfermeros nos ayudaron a subir equipaje y yo ayudé a Aidan a subir al camión.

—¿Alguien ha visto un enchufe? —preguntó Aidan ya en su asiento.

—No Aidan, aquí no hay —Dije sentándome a su lado.

—Trataré de no usar el celular mucho, quizá lo necesité.

—A dónde vamos no creo que lo necesites pero está bien, no pelearé contigo.

—Gracias hermosa novia —Me dio un beso y el camión arrancó.

Aidan se puso su cánula y se quedó dormido y poco después yo también.

Un instinto me dijo que abriera los ojos y cuando los abrí me di cuenta de que ya habíamos llegado.

—Aidan... Aidan despierta, llegamos —Lo moví y al fin se despertó. Lo ayudé a bajar del camión y nos bajamos.

El enfermero a cargo nos dió nuestras casas para acampar y comencé a armar.

—¿No puedes hacerlo más rápido? Me cansa el sol —Dijo Aidan.

—Lo siento ¿Quieres hacerlo tú?

—Lo haría si pudiera —Una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro y suspiré. Era bastante agotador pero al fin terminé.

Era la hora de cenar y todos nos sentamos en un círculo y el enfermero a cargo trató de prender fuego y hacer una fogata pero no lo logro, por suerte Aidan trajo latas de sopa y las comimos.

Con olor a ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora