CAPÍTULO EXTRA | UNO

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|| LEVI ACKERMAN ||

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|| LEVI ACKERMAN ||

Bueno, no sé como empezar con esta narración... Supongo que tendría que empezar explicando cómo es que estoy amarrado a una cama, completamente desnudo y con los ojos vendados. Me gustaría empezar diciendo que...

«¡Oye, yo quiero narrar!»

No puedes narrar, tú narraste la última vez y...

«Déjame, porfis...»

Bien. Lo que quiera mi bebé.

|| RAYIS ||

¡Hola, de nuevo! Bueno, sé que están aquí porque se mueren por conocer como fue mi boda en el registro civil de Grecia tres días después de mi graduación. La persona que diga que estaba muy joven para contraer matrimonio es envidiosa. Cómo sea, eso fue hace... Umm... Oye ¿Hace cuánto nos casamos?

«Diez años...»

Eso. Hace diez años. Cómo decía... Nos casamos hace diez años y en esta ocasión, antes de entrar en contexto en la razón por la que mi esposo está amarrado a la cama, les quiero contar sobre el día más feliz de mi vida.

Uno de los días más felices de mi vida.

|| HACE DIEZ AÑOS, TRES DÍAS DESPUÉS DE LA GRADUACIÓN ||

Abrí los ojos cuando la luz del sol y la brisa marina se coló por los ventanales de la habitación. Me removí en la cama indispuesta a levantarme y me quejé cuando mis músculos dolieron resentidos por el uso que les había dado la noche anterior.

Me di la vuelta para darle la espalda al ventanal y me encontré con el rostro de un Levi profundamente dormido. Tenía la mitad del rostro enterrado en la almohada y el cabello negro cayendo por su frente y cubriendo levemente sus ojos. Me apoyé en mis codos porque la vista era mejor que continuar durmiendo.

Los músculos de su espalda relajados y su piel marcada por mis uñas me provocaron encajar los dientes en mi labio inferior. Habíamos llegado a Grecia hace tres días y no habíamos salido mucho de la habitación por estar follando, celebrando mi graduación.

Me incliné y besé su hombro desnudo, luego repartí besos por toda su espalda y solo conseguí un gruñido de su parte. Sonreí y me acosté sobre su espalda, sintiendo su calor debajo de mí y la suavidad de su piel contra la mía.

—Duerme.

—No quiero.

Volvió a gruñir y solté una risita cuando se giró y me acomodó a su lado con mi rostro enterrado en la curva de su cuello, sus brazos rodeándome por completo y una de mis piernas sobre su cadera. Respiré su aroma presionando mi nariz en su piel y sentí como dejaba un beso en mi sien para quedarse dormido nuevamente.

Me quedé abrazada a él durante aproximadamente una hora más, pero cuando mi estómago se quejó por la falta de alimento salí de la cama. Lo dejé dormido y me puse la camisa de botones que le había quitado ayer por la noche, bajé a la cocina de la casa que había comprado para estos días y saqué los ingredientes para preparar un súper desayuno.

A Tᴀsᴛᴇ Oғ Dᴀɴɢᴇʀ [+18] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora