El eclipse de un lustro

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No podía sacar de su mente... ¿Cómo era?, Era como la primavera, tal vez. No lo recordaba en sí, o tal vez no quería recordarlo... O tal vez se lo impedía a sí mismo. Recordaba más cosas, el tener que mirarle hacía arriba, ¿Arriba?.

Miraba hacia arriba y suspiraba, se estremecía al ver eso ojos que, de algún modo, no había visto en nadie más.

Recordaba además, parecía un tiburón, con unos dientes afilados, le asustaban, al principio. Terminó por Amar la sensación de su piel siendo pinchada.

"Nat" es todo lo que se permitía recordar inconscientemente.

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Siendo apenas un joven, inexperto de la vida, como cualquier persona iluso, se enamoró; aunque no podemos culparle por ello.

Se entregó, de muchas maneras, a alguien que le deseaba, aunque no del mejor modo posible, ¿Qué podrías esperar de alguien que tiene dientes afilados y huele a una extraña mezcla de hierro y jabón de cereza?.

Aunque era bastante bueno, lograba engañar
a todo el mundo. Con excepción
de aquel señor, aunque esos dos siempre fueron
muy extraños ja ja ja... Ja.... Ja

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Portaba en sí un anillo que, según él, sería una promesa, pero éste pobre chico solía pensar sólo para sí. Jamás lo había separado de su dedo, incluso después de que lo haya manchado de su rojo, no suyo, sino de él. ¿Entiendes lo que digo?, Está bien si no, es un mundo confuso para todos.

Siempre tuvo una gran fascinación por la luna, la amaba, se veía así mismo como ella. Porque era hermosa, es hermosa, pero la luna no brilla, si no fuera por la luz que recibe de alguien más, pasaría desapercibida.

Esa persona que debía ver hacia arriba, era su luz; o éso pensaba.

Pero todas las estrellas "mueren" a final de cuentas, nada es eterno.

Aquella estrella que lo iluminaba se apagó, o en realidad no lo sabe, tal vez sólo era un pequeño eclipse. Pero, la luna roja no es eterna.

Suele durar algunas horas, pero la luna sangrienta, perduró así.

Le llaman el eclipse de un lustro.

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Si me lo preguntas, creo que la luna decidió esconderse, tal vez el casual eclipse que le acontecía fué lo que concideró su oportunidad perfecta para ocultarse de la luz que tal vez, estuvo buscándole... Tal vez, el verano quería estar ahí un poco más.

Le encantaban el árbol de verano. Aquél que estaba sembrado cerca de la cafetería en la que trabajo por tanto tiempo; dónde los conoció.

Su vida se solucionó y fué por la borda en ése momento.




—M-maron... Por qué no reconozco ésta cama y por qué no tenemos ropa...

— Sí.

—…




La Luna Brilla Sola 『自分で輝く月』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora