⋆ ࣪. 𝗍𝖺𝗍𝗍𝗈 𝗄𝗂𝗌𝗌

𔘓

El peliblanco miraba enternecido a su novio mientras él dibujaba pequeñas estrellas y gatitos en la piel de su brazo. Aunque había una diferencia de edad entre ellos, para Jeongin, Minho era como un niño que a veces se hacía el rudo con todos, menos con él. A Jeongin, eso lo hacía sentir tan especial.

—Cariño, basta. No puedo salir con todo el brazo rayado.

—Oh, vamos, Nini.—reclamó el azabache con un intento de puchero—Un gato más y ya, ¿Sí?

Y es que Jeongin era tan débil a él, así que con una sonrisa asintió.

Cuando Minho terminó de dibujar al pequeño gato, jalo con cuidado al menor haciéndolo quedar encima de él. Jeongin se acomodo mejor en el regazo del azabache; sonriendose se dieron un beso dulce, sin segundas intenciones.

—¿Ya te dije que me encanta el sabor del café en tus labios?—preguntó en un susurro escondiéndose en el cuello del otro.

—Mmh, creo que a menudo lo mencionas.—contestó el peliblanco riéndose por las cosquillas que le hacía la nariz de Minho en su cuello.

Jeongin no pudo evitar el gemido que salió de su boca al sentir los labios húmedos del mayor. Su punto sensible siempre había sido su cuello, y por eso a Minho le encantaba besar esa parte de él.

—Me gustas mucho, Jeongin,—un beso en el lado izquierdo—mucho...—un beso en el lado derecho—mucho...—y uno en su clavícula.

El rojo cereza de las mejillas del peliblanco siempre será el color favorito de Lee.

—Ya basta, tonto.—reclamó—Aún no te dejo pasar el beso que me diste en frente de los demás sabiendo que sensible soy ahí.

—Ay, pero si fue pequeñito, estoy seguro que nadie se dió cuenta.—Minho llevo sus manos a la cintura del chico encima suyo acariandolo en forma de que lo perdonara más rápido.

Jeongin asintió y se dejó llevar por las caricias y besos en su cuello. Muy pronto se  quedó dormido, porque su novio le daba tanta paz como el mar.

Sin duda, el menor podía catalogar los mejores momentos de su vida en ese verde lugar, escuchando su playlist favorita con canciones de sus artistas favoritas mientras recibía besos de su hermoso novio que se quedaban en su piel como tatuajes.