Ruth B-World War 3 por si acaso y se borra.
Emma
Coloco los pendientes en los agujeros de mi oreja pensando aun sobre lo que ha pasado ayer.
Ya no es solo el hecho de que Sebastián me haya besado hace unos días, pues ahora me ha tocado de una forma en la que solo pensé ser tocada cuando llegara al matrimonio.
Pensé que llegaría pura al matrimonio, pero ahora ya no lo soy, o bueno, no totalmente...
—Es solo una construcción social —se queja Melany —. La virginidad no existe querida y por tanto puedes permitirte disfrutarlo. Claro, eso si no es con Sebastián porque ese hombre es un psicópata estúpido.
Hoy por la mañana se lo conté y lo primero que hizo fue regañarme por ser Sebastián quien lo haya hecho. La verdad es que si fue estúpido dejar que ese hombre me tocara teniendo en cuenta lo que me había dicho por esa mañana.
No fui hoy al colegio y Elizabeth solo se limitó a dejarme algo de dinero en lo que llamo al instituto para decir que estaba enferma. Junto con Melany nos habíamos ido a ver una película en el cine y luego comimos algo de sushi.
Borro los pensamientos de ese imbécil y me termino de poner el labial rojo que hace que mis labios resalten aún más.
—Gabriel podrá ser medio nerd, pero no es de los que se limitan en el sexo —Melany se levanta apoyándose en mis hombros —. Quizás ya es hora de que pruebes del delicioso fruto prohibido.
—Pero el matrimonio...
—¡Al carajo con el matrimonio mujer! Tú solo disfruta y diviértete que luego te vas a arrepentir.
—Bien —me relajo —. No voy a provocarlo, pero si el momento se da, dejare que surja y ya.
—Con eso basta santa puritana —sonríe.
Melany prende el televisor quedándose acostada sobre mi cama.
—¿Te importa si me quedo hoy también?
Camino en dirección a mi armario para mostrarle la gran cantidad de ropa que cuelga de los armadores mientras hay zapatos divididos.
—A este punto creo que la pregunta sobra —me le burlo con el armario que divide lo suyo de lo mío —. Quédate aquí que total ya casi vives aquí.
—Sabes que no me quieren en mi casa —pone los ojos en blanco.
—Tú tampoco los quieres.
Nos reímos y salgo con el pequeño bolso en el que cargo mi celular y algo de maquillaje por retoque.
No tardo mucho hasta llegar a la parada donde tomo un taxi para que me lleve hasta el lugar donde acordamos nuestro encuentro.
Aunque quiero olvidar ese momento, no puedo. Luego de que él se fuera, mientras dormía empezaba a tener un sueño de esos que lo sientes como si fuera real. Su cuerpo contra el mío, sus labios deslizándose por cada centímetro de mi piel, nuestras manos entrelazadas. No había palabras, pero estas sobraban en ese momento y para cuando había despertado, mis bragas estaban mojadas.
Bajo del auto entrando al lugar donde me ubico en uno de los lugares que dan a la luz de la luna que solo hace subir mis inquietudes.
"Estás flechada y ahora no puedes escapar de la tormenta que me cargo..." Sebastián solo trata de meterse en mi cabeza y en mis pensamientos para que le abra las piernas, luego de ello solo va a dejarme como una basura al igual que las otras. Sé lo mucho que valgo y lo que merezco, sé lo que la obsesión de un amor puede hacerle a alguien y, por tanto, sé que no puedo volver a acercármele. Sebastián tiene a mas chicas así que ¿Por qué meterse conmigo? ¿Por qué intenta jugar con mi cabeza cuando tiene más chicas para follarse?
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Fuego de Nevada
Любовные романы"El sol y la luna son dos viejos amantes condenados a vivir separados" Ambos tenian vidas distintamente iguales, ella tenia sueños de una mujer de época, él solo quería quemar el mundo. Ambos estaban perdidamente jodidos, pero quien diría que el áng...