Fe, más que creer en alguien

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Fe, ese sentimiento que supera a la confianza, que te dice que sabes, confías, crees en alguien y piensas que nunca te hará nada para dañarte. Ese sentimiento lo aprendí, un sentimiento complicado pero que con el tiempo lo puedes desarrollar y crear hacia una persona.

Diego, Abby, unos cuantos amigos más y yo fuimos a la ciudad a pasar el día, comprar y pasarlo bien. Pensaba que por primera vez en muchísimo tiempo me lo estaba pasando bien, gracias a Diego con el que pasé más tiempo en toda la mañana. Pasamos por varias tiendas y me conseguí comprar una camisa y unos shorts que me encantaban y claramente no era del gusto de una chica de mi clase, después de todo yo tenía gustos más como el negro, cuero, tachas, granate, etc. Cosas por el estilo. Estaba parada delante de la camisa en la tienda cuando Diego me preguntó:
- ¿Oye Angi, vas a coger la camisa o te vas a quedar ahí parada como si nada?
-No lo se, es que no me atrevo estando con ellos- intentaba evitar su mirada porque sabia que lo podría decepcionar con esa declaración
-De acuerdo, entonces que talla utilizas? Quiero verte puesta esta camisa definitivamente te quedará genial
-Utilizo una S - me encogí un poco realmente él siempre me salvaba en todas las ocasiones y sacaba a relucir mi verdadero yo- aunque a veces una XS- cogió la camisa y me acompañó hasta los probadores, me puse la camisa y al mirarme al espejo decididamente tenía que comprar esa camisa, abrí la puerta del probador y se la enseñé a Diego, este se quedó mirándome y simplemente asintió.
-Angi como no te compres la camisa te la compro yo, te queda genial, como hecha adrede para ti - me reí un poco por el comentario y el simplemente sonrió tiernamente. Dios, esa sonrisa de nuevo que te hacía perder la razón, esa preciosa sonrisa que ya me mostró una vez en su casa, cada vez que me la enseñaba mi corazón sufría acelerándose.
- Bueno ya está entonces a comprar la camisa.
La compramos y después de eso todos fuimos al Pans a comer, me levanté para ir al baño y cuando volví pude oír como algunos decían cosas sobre mi
- Enserio Angi es extraña, siempre está alegre y es muy simpática pero también es muy fría y tiene unos gustos muy estrambóticos, es difícil hablar con ella, aunque eso si la chica está bien dotada, solo por eso vale la pena estar cerca de ella por si algún día me puedo liar con ella.
Lo único que alcancé a escuchar luego fue un golpe y escándalo, me acerqué y era Diego que había golpeado a ese chico y se estaba preparando para brindarle otro golpe, entonces lo detuve - Diego enserio no vale la pena déjalo, de todos modos yo ya sabía eso
- ¿¡Acaso sabes lo que te ha dicho!? Simplemente me molesta - lo cogí del puño y se lo bajé, le miré directamente a los ojos- esta bien, siento lo del golpe
- Oye Diego, sabes lo que pienso así que no vale la pena molestarse por algo tan estúpido como ese chico o lo que digan de mí- recogí nuestras cosas, me despedí de todos y nos marchamos, después de un rato en silencio- gracias por pegarle, la verdad es que me hubiese gustado pegarle yo pero ya sabes... Se que puedo tener fe en ti
- De verdad que me importas mucho- de nuevo esa sonrisa y esta vez acompañada con unos ojos tiernos, este chico quería terminar con mi vida enserio. Entonces susurró algo que preferí hacer como si no lo hubiese escuchado- no quiero perderte...- solamente pensé que yo tampoco quería.

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