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Ha pasado algo de tiempo desde que conocí a Bokuto-san, para ser exactos tres meses y han sido los mejores de mi vida.
Al pasar con él la mayoría de tiempo empezamos a contarnos muchísimas cosas que han pasado en nuestras vidas y hoy pienso invitarlo a cenar, aunque no sé si sea la mejor idea.
—Por fin apareces Akaashi Keiji —era mi padre, después de regresar de un corto viaje de negocios estaba lo menos paciente posible—. Necesitas llegar a tiempo a desayunar, ¡Oh! Y me contó Akihiko que quieres invitar a alguien a casa —sorbió un poco su taza de café.
—Buenos días —me senté—. Así es, quería invitar a un amigo de la preparatoria —coloqué un pedazo de waffle en mi plato.
—¿Cómo se llama? —sentía su mirada en mi silueta.
—Bokuto... —no quería dar más detalles.
—Mmm...no conozco a alguien de las compañías con ese nombre —aquí comenzaba el terror para mi—. ¿De qué viven? —la verdad, no le iba a contar ese tipo de cosas, necesitaba salir de ahí como sea pero no veía alguna opción— ¿No me vas a responder? —dejo caer en el pequeño plato de porcelana su taza provocando un sonido algo molesto.
—Viven del trabajo de su madre —fueron las únicas palabras que salieron de mi boca.
—Así que los abandonó su padre, ¿que tuvo que hacer esa mujer para abandonarla? —mi sangre estaba hirviendo del comentario tan fuera de lugar e incómodo acerca de la madre de Bokuto.
—No todo el tiempo tiene la culpa la mujer, ¿lo sabías? También los hombres pueden cometer errores y grandes —por fin tenía el valor de enfrentarme a mi padre tan fríamente cómo ahora, aunque no duró mucho.
—No me levantes la voz, no tienes derecho —su rostro se enfadó—. Tu que sabes de la vida, eres demasiado joven —se levantó y me dejó en el comedor.
—Algún día crees que pueda hablar a gusto con mi padre ¿Akihiko-san? —ella estaba detrás de mí sobando un poco mi espalda.
—Algún día lo harás hijo, pero él mismo sabe que tiene que buscar ayuda y sacar todo lo que tiene en su interior —caminó hacia el lugar donde se ubicaba mi padre y tomo sus platos llevándolos a la cocina.
Terminé de desayunar y me levanté caminando hacia las afueras de mi hogar, dónde me esperaba el coche. El traslado ha estado tranquilo desde hace unas semana, platicamos y reímos en el camino dejándome siempre unas cuadras antes de llegar.
He tratado de platicar con mi padre acerca de venir a la escuela desde el transporte pero él no esta del todo de acuerdo así que tengo que venir en auto siempre y ver a Bokuto-san antes de entrar.
