La pequeña Cielo descansaba en su habitación o al menos eso creían sus padres, con sus pequeñas manos intentaba abrir la ventana que daba hacia afuera, ella sabía que no debía hacerlo, que ni siquiera debería estar despierta a esas horas, sin embargo, su gata Nina, se encontraba fuera.
Del cielo comenzaron a caer gotas de agua que golpeaban su aun seco pelaje, con sus cortos cinco años la tarea de abrir la ventana se le hacia imposible, y en desesperación solo atino a llorar, más un rato después se dio cuenta que eso no la llevaría a nada y siguió intentado, hasta que lo consiguió.
Para su mala suerte o quizás solo porque era parte de su destino su gata se hecho a correr hacia el patio que daba para el bosque, Cielo le tenía un gran miedo a la oscuridad, pero ella quería que su gata estuviese en resguardo así que trató de no pensar mucho y sólo salió y fue tras ella._Nina_ llamaba en un tono bajo para no llamar la atención de sus padres, la gata sólo corrió adentrándose más entre los arbustos que separaban la casa del bosque_ Ojalá mamita no lo note_ se dijo más para si misma.
Avanzó y avanzó detrás de la gata que cada vez que parecía que ya la tenía se escurría y avanzaba algo más, así hasta que llegaron a un lugar que Cielo no había visto nunca antes.
_¿Perdida?_ Una voz masculina, fría y seca dijo divertido, era un tipo super repulsivo, Cielo solo se quedó quieta del temor
_Grus _ se escucho otra voz_ creo que hoy estoy de suerte, encontré la cena de hoy_dijo un asqueroso sujeto sosteniendo a la pequeña Nina
_Eres un tonto, ¿Acaso no ves, lo que acabo de encontrar?, sin duda alguna esto pondrá al señor muy feliz_Cielo penso en correr pero al tan siquiera intentar dar un paso sus piernas comenzaron a temblar y sintió que se desvanecía, de fondo solo escuchaba el maullido de dolor de un gato, eran de Nina...